Vincent es un joven brillante pero cerrado en sí mismo que trabaja como mozo de equipajes en el aeropuerto, ignorando el camino que le marcaban sus estudios. Vincent y su colega Gérard suelen abrir maletas para llevarse cosas antes de meterlas en la bodega del avión y es así como un día Gérard muere víctima de una explosión mientras hurga en la maleta de un diplomático sirio que, tras la explosión, huye con la maleta sin dejar rastro. La Dirección de Vigilancia del Territorio francesa (DST) acorrala entonces a Vincent y le propone un trato: no irá a la cárcel si colabora con los servicios secretos franceses e ingleses en la búsqueda de los hombres implicados en la explosión.