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CANNES 2016 Un Certain Regard

Dogs: una herencia peligrosa

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- CANNES 2016: Bogdan Mirica aprueba su paso al largometraje con tanta nota como control y brillantez muestra en esta mezcla de cine negro y western moderno

Dogs: una herencia peligrosa
Gheorghe Visu y Dragos Bucur en Dogs

El cine rumano nos tiene acostumbrados desde hace unos quince años a disfrutar con regularidad de toda una hornada de autores que trabajan preeminentemente en los términos del realismo social. Con Bogdan Mirica y su primer largometraje, Dogs [+lee también:
tráiler
entrevista: Bogdan Mirica
ficha de la película
]
, presentado en el 69ºfestival de Cannes, y más concretamente en la sección Un Certain Regard, hemos de añadir una nueva y talentosa cara al grupo que ya forman sus mayores (Mungiu, Puiu, Jude, Netzer...), sí, pero también vemos cómo se abren los horizontes marcados hasta ahora. El joven cineasta, en efecto, juega con habilidad con el código del cine negro (hay, además, una relectura sibilina de fondo de las figuras clásicas del western), la lentitud del tempo y la fuerza y la sugerencia de los decorados naturales; así, crea una atmósfera magnética en la que desarrolla una intriga más bien "mainstream" (y, por tanto, susceptible de atraer a mucho público) sin renunciar en ningún momento a una gran calidad cinematográfica en términos de puesta en escena y aspecto visual. El enfoque es prometedor, "arty" sin ser radical, popular sin ser embaucador, y explica sin lugar a dudas por qué todos los seleccionadores de Cannes quisieron llevar la película a su propio escaparate.

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"Tú no estás hecho para este lugar". Eso le dicen a Roman (Dragos Bucur), venido de la capital después de haber heredado la propiedad, de 550 hectáreas de extensión, de su abuelo, recientemente fallecido. Nos encontramos en mitad de ninguna parte; el campo se pierde a la vista y el joven no tarda en hacerse preguntas. ¿Con qué dinero habrá adquirido el terreno en apenas nueve meses de 1983? ¿Por qué los comunistas dejaron a su abuelo tranquilo entonces? Y, sobre todo, ¿Por qué iba a instalarse allí, que no hay bosque, agua ni nada que crezca? Las rarezas se van sumando: la casa no está aislada sino abierta a todos los vientos, si bien aparece rodeada por una cerca con púas. Por la noche, los aullidos de la perra de guardia ("no muerde más que cuando está enfadada") y un curioso ballet de coches en las proximidades espesan el misterio antes de que la desaparición ("como si la tierra se lo hubiera tragado") del amigo encargado de poner a la venta la propiedad llene de inquietud a Roman, que no parece tener ninguna intención de ceder a las intimidaciones... Durante todo este tiempo, además, el viejo jefe de la microscópica policía local (Gheorghe Visu) lleva a cabo una investigación con toda tranquilidad después de descubrir un pie en un charco...

Un joven héroe lacónico, un sheriff malo (Vlad Ivanov) y especialmente amenazante bajo una apariencia astuta, carabinas y martillos al alcance de la mano, conversaciones minimalistas impregnadas de silencios, oscuridad profunda y calma en el campo atravesada por estallidos puntuales, vastos paisajes vecinos de la frontera y del Danubio: Bogdan Mirica (autor asimismo del guion de este título que figura en el catálogo de Bac Films) devana su relato con paciencia, ralentizando el ritmo, eludiendo las explicaciones y retrasando los ajustes de cuentas para dejar que filtren mejor las turbulencias de la superficie de este vasto espacio que tiene sus propias reglas y donde "hay animales grandes y animales pequeños". Añadan un toque de humor negro, un aire de fábula sobre la fina línea de demarcación entre el bien y el mal y una fotografía de hermosa factura firmada por Andrei Butica y tendrán un primer largometraje de aroma vagamente "tarantinesco", menos excesivo excessif y más rumano, que demuestra de entrada todo el potencial cinematográfico de su autor, si bien su personalidad permanece un tanto escondida tras la demostración de control y sus sorprendentes cualidades tras la cámara. Un enigma que hará tanto más apasionante el descubrimiento del próximo episodio de su carrera.

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(Traducción del francés)

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