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PELÍCULAS Polonia

Loving Vincent: Ciudadano Van Gogh

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- Dorota Kobieta y Hugh Welchman exploran la vida y la muerte del famoso pintor posimpresionista con pinturas al óleo animadas

Loving Vincent: Ciudadano Van Gogh

Cuando hablamos de biopics, expresiones como “director pinta un retrato único” le saltan a la mente de un crítico de inmediato. En el caso del primer largometraje de Dorota Kobiela y Hugh Welchman, esta especie de cliché verbal contiene un significado literal añadido sorprendente, pues Loving Vincent [+lee también:
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es, en efecto, una obra pintada a mano en su integridad por un equipo de 125 pintores al óleo profesionales, encargados de los 65.000 fotogramas que componen el largometraje. Los directores concibieron una sesión especial de “modelaje” para algunas de esas telas previo rodaje de escenas con personas reales. La película, sin embargo, es mucho más que una curiosidad técnica. Inspirada en gran medida en uno de los clásicos del cine mundial como lo es Ciudadano Kane, de Orson Welles, Loving Vincent ofrece un viaje vívido y serpenteante a través del mundo de van Gogh.

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Estamos en el verano de 1891, un año después de la muerte del pintor. El joven Armand Roulin, cuyo padre cartero fue uno de los amigos más cercanos de Vincent, tiene la misión de entregar una letra que el fallecido Vincent escribió antes de morir a su hermano Theo. A tenor de las trágicas circunstancias que rodearon la muerte del artista, esta nota podrían significar mucho más que unas simples palabras escritas a vuelapluma. Armand tiene sus reservas al principio pero, a medida que va conociendo a la gente que conoció a van Gogh, en especial a las mujeres Adeline Ravoux y Marguerite Gachet, quedará absorbido por el universo de este artista torturado cuyo amor por el mundo era casi tan grande como las dudas que tenía sobre sí mismo. Cuando el benévolo detective Roulin empieza a plantearse la teoría de que Vincent tal vez se quitó, cualquier espectador que conozca la película de Welles puede adivinar los resultados de dicha investigación.

Kobiela y Welchman, que estudiaron a fondo los cuadros y las cartas de van Gogh, invitan al público a mirar con mayor profundidad no solo su lucha como artista sino la naturaleza de su creatividad. Su pregunta es la ya recurrente: ¿cómo puede que algunos (como Vincent) puedan agitar con semejante facilidad corazones y cabezas de otra gente con su trabajo a la vez que otros (como el doctor Gachet) nunca podrán llegar a hacer nada parecido?

El trabajo de los directores invita a una inmersión total en el mundo de van Gogh mediante sus icónicas pinturas y su incomparable estilo. El viaje emocional se ve ayudado en gran medida por la banda sonora de Clint Mansell y las fantásticas interpretaciones de los dos actores principales, que sirvieron de “modelos” de los personajes para los cuadros de van Gogh. Si sus caras resultan familiares es porque lo son: hablamos de Saoirse Ronan (Atonement [+lee también:
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, Brooklyn
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), Chris O’Dowd (La boda de mi mejor amiga), Helen McCrory (Harry Potter, Skyfall [+lee también:
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) Douglas Booth (El diario de Noa, El destino de Júpiter) y Jerome Flynn (Juego de tronos). Al propio van Gogh le da vida el debutante Robert Gulaczyk.

Loving Vincent es una coproducción entre Polonia y Gran Bretaña a cargo de BreakThru Films (con sede en Lodz) y Trademark Films. Cinema Management Group gestiona sus ventas internacionales. El estreno mundial de Loving Vincent tuvo lugar en el festival de cine de animación de Annecy, donde se hizo con el premio de público. En el Polish Film Festival de Gdynia, los productores admitieron que la cinta opta al Oscar al mejor largometraje de animación.

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(Traducción del inglés)

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