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PELÍCULAS Polonia

Silent Night: una Nochebuena (in)tranquila

por 

- El debutante Piotr Domalewski repasa las fiestas navideñas de una familia en el campo y, de paso, consigue el máximo galardón del festival de Gdynia y asombra con su talento tras la cámara

Silent Night: una Nochebuena (in)tranquila
Dawid Ogrodnik, Amelia Tyszkiewicz, Jowita Budnik, Agnieszka Suchora y Magdalena Żak en Silent Night

Era la segunda vez consecutiva que el máximo galardón del festival de cine polaco de Gdynia coronaba a un debutante por una película acerca de asuntos familiares. En 2016, Jan P. Matuszyński triunfó con The Last Family [+lee también:
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 y este año Piotr Domalewski ha hecho lo propio con Silent Night [+lee también:
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. Domalewski es uno de esos directores con multitud de talentos: se formó como actor, fue músico y dirigió cortometrajes antes de pasar al formato del largo con un drama familiar inundado de humor negro.

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La premisa de su cinta es simple. Adam (Dawid Ogrodnik) regresa de los Países Bajos en las vacaciones navideñas armado de billetes de euro, una pequeña cámara digital y una ecografía del bebé que pronto tendrá. No puede pasar en su tierra natal más que un día pero, como descubriremos a medida que se avanza el argumento, viene con la agenda repleta. Adam ve a su familia: sus padres, sus hermanos y sus primos parecen estancados en un entorno rural de Polonia que resulta de lo más desalentador. Él, en cambio, quiere abandonar de una vez el campo y empezar una nueva vida con su novia embarazada. Sin embargo, como ocurre en cualquier lugar del mundo, con el tiempo vacacional resurgen los demonios del pasado, que Adam deberá exorcizar antes de que acaben acechándolo para siempre.

Silent Night recuerda en cierto modo a Sieranevada [+lee también:
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, de Cristi Puiu, y a Dark House, de Wojciech Smarzowski, pero Domalewski no es ningún imitador y, al contrario que estos dos directores, deja el pasado político del país fuera del encuadre. Se trata de un artista por derecho propio que sabe emplear el lenguaje cinematográfico con la maestría de un pianista de clase mundial: siempre parece dar con la nota adecuada en el momento justo. En Silent Night, combina la sencillez de un pequeño trozo de vida en un pueblo polaco con la complejidad de los personajes que pone frente a la cámara e inunda todo con los problemas, mundanos y poco fotogénicos, de la cotidianidad de su tierra natal: el alcoholismo tranquilo, la violencia contra la mujer, la soledad, el desempleo, la frustración y la necesidad de dejar el campo para ganarse la vida son la base del villancico de infeliz Navidad que entona Domalewski. Sin embargo, en toda esta oscuridad hay un rayo de luz que es el amor de la familia, que, por muy imperfecto y tóxico que pueda ser, reúne a todos y los mantiene juntos.

Las interpretaciones de todo el reparto son exquisitas y la agitada y vigilante cámara de Piotr Sobociński captura, increíblemente, las emociones deliberadamente reprimidas que los actores deben contener en las escenas. Domalewski podría ser justo la voz que el cine polaco necesita: tranquila pero persistente y, sobre todo, sin ningún miedo de contar la verdad.

Silent Night es una producción de Munk Studio, que también administra sus ventas internacionales. Su distribuidora en Polonia es Forum Film, que la estrenará el 24 de noviembre.

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(Traducción del inglés)

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