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PELÍCULAS / CRÍTICAS

Batalla en el cielo

por 

- Un estudio de culpabilidad en un Méjico de pesadilla. Una producción europea de un director dotado y preocupado

Festival de Cine de Cannes, 15 de Mayo del 2005. La sala Buñuel está llena por el pase de prensa de una película en competición oficial. ¿La película que crea tal locura? Batalla en el cielo [+lee también:
tráiler
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ficha de la película
]
, la segunda película de Carlos Reygadas, un joven director mejicano previamente premiado en Cannes 2003 con una Mención Especial del jurado de la Camera d’or por su debut en dirección de Japón. Y al final de la proyección, la misma confusión estaba todavía viva, los medios empezaron a agitar la bandera roja del escándalo, divididos entre aquellos a favor y en contra en una típica controversia de Cannes. Pero lejos de la conmoción agitada del festival sale y obvia: el cine de Carlos Reygadas emociona a cualquiera, y pocos directores de su generación pueden presumir de tal inicio sensacional en el gran escenario del mundo del cine. Su dirección, original, no ha pasado desapercibida en Europa, Batalla en el cielo es una coproducción mayormente europea producida por la francesa Société Parisienne de Production / The Coproduction Office, con el belga Tarantula, el alemán Essential, Arte France Cinéma y ZDF/Arte como coproductores, y el apoyo de Hubert Bals Fund, Fonds Sud Cinéma y el Communauté Française de Belgique. Estos fueron las buenas hadas que se inclinaron a la cuna del dotado y preocupado Carlos Reygadas.

Realismo sociológico, argumento enigmático e impresionante zambullido psicológico en las profundidades del alma humana son el esqueleto de Batalla en el cielo. Eligiendo un camino poco convencional para tratar un tema clásico (el secuestro), el director sigue a Marcos (Marcos Hernández), el autor del secuestro que finaliza dramáticamente, el niño (de un barrio pobre) es mostrado muriendo al principio de la película. Mientras examina las consecuencias de la fechoría, Carlos Reygadas retrata Méjico, desgastado por la seducción del dinero e hipnotizado por rituales multitudinarios des del fútbol a la religión. Incapaz de librarse de su culpa, Marcos el conductor y manitas no puede encontrar ningún apoyo ni de su entorno, ni de su mujer y confidente ni de la bella Ana (Anapola Mushkadiz), una chica de la clase alta que hace dinero extra con la prostitución en un lujoso burdel. Marcos se refugia en su interior siendo y llegando a la maldad que lo convertirá en asesino, delirio místico y muerte repentina. Carlos Reygadas no hace privilegio en representar su argumento violento y logra retranscribir la monótona vida diaria de su personaje principal, así como la repentina invasión de influencias externas (escenas de violencia sexual y urbana, partituras de música muy sugestivas...) y la importancia del sexo como camino al relax. Tres escenas de sexo en particular fueron las más comentadas por la prensa y puede ser algo molesto para el asiduo al cine acostumbrado al glamour por la obvia fealdad del duro Marcos y su obesa mujer, mientras la belleza de Ana introduce un elemento de « La bella y la bestia ». La moralidad elástica de los personajes borra las referencias más clásicas al punto de volverlos meros seres humanos completamente perdidos en una sociedad que se los come más allá del bien y del mal. Carlos Reygadas también logra filmar fantásticamente la total pérdida de valores individuales entretejidos por una búsqueda desesperada de salvar trascendencia, usando imágenes de documental y primeros planos similares a pinturas, tan cercanos como a la piel. Usando todo mecanismo técnico disponible, el director experimenta toda la gama de lenguaje fílmico, desarrollando su propio estilo y dibujando un mosaico coherente que sólo continuará que mejorando con el tiempo.

(Traducción del francés)

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