email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

PELÍCULAS / CRÍTICAS

The Elementary Particles

por 

- La adaptación alemana de Oskar Roehler del éxito cultural francés “Les particules élémentaires” es una película muy gratificante que podría haber sido aún más oscura

Si te conmueve la muerte de un periquito al principio de The Elementary Particles (Elementarteilchen) [+lee también:
tráiler
entrevista: Franka Potente & Moritz Bl…
entrevista: Oskar Roehler
ficha de la película
]
, estás listo para un agitado viaje, ya que toda la humanidad que conocemos será erradicada al final de la película en un breve epílogo escrito. Por supuesto, aquellos que hayan leído la novela ("Les particules élémentaires" en su francés original, "Atomised" en su versión británica) ya lo verán venir, pero para aquellos no familiarizados al éxito de culto de Michel Houellebecq que explosivamente mezcla sexo, muerte y ciencia para aniquilar la humanidad –y echa la culpa a la generación flower power de ello en el proceso- esto debería ser un shock.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

El escritor-director alemán Oskar Roehler, quien transpuso la historia de su escenario original de la Île-de-France a Berlín-Brandenburg, prefiere persistir en el sexo (e implícitamente, la posibilidad de amor que quizá venga con él), moviendo la ciencia y la muerte al origen y el final -francamente oscuro y pesimista- a un par de frases mostradas en pantalla como nada más que una ocurrencia tardía. El final semi-optimista de la película es además su parte más débil, pero hasta entonces Roehler entrega una película trabajada elegantísima, provocativa y fuerte en los temas que se han convertido en su marca registrada: sexo, intrusos sociales, la crueldad de la sociedad y los problemas de la pos-generación de 1968 (a la que él pertenece) que ha heredado de sus padres.

La fascinación de Roehler pot la novela francesa es conocida por cualquiera que conoce su trabajo y el de Houellebecq; de alguna manera podrían ser medio hermanos como lo son los protagonistas de The Elementary Particles. Ellos son Michael (Christian Ulmen), un científico molecular, propietario del mencionado periquito, y Bruno (Moritz Bleibtreu, que básicamente interpreta una variación de su personaje en la anterior película de RoehlerAgnes and His Brothers). Crecieron por separado con sus abuelos mientras sus madres pasaban el tiempo en varias comunas hippies. Finalmente se encontraron en sus años de adolescencia y desde entonces mantendrán contacto el resto de sus vidas, quizás atraídos el uno del otro ya que al parecer son polos opuestos.

Bruno se convierte en profesor de literatura de escuela de secundaria que piensa mucho sobre el sexo y no lo suficiente en Baudelaire, mientras Michael está demasiado absorbido en su trabajo como científico para realmente tener tiempo para el amor o el sexo. En cualquier caso, en su búsqueda y experimentos en un nuevo tipo de procreación artificial quizá haya sexo, completamente obsoleto en un próximo futuro. Roehler, pesadamente ayudado por los contrastes fuertes temáticos de Houellebecq y de composición, se desliza hacia la historia sin esfuerzo en los primeros dos tercios de la película, usando su narrativa del día a día de los dos hermanos como marco para la investigación en el significado y usos del sexo y cómo la obsesión de la gente con ello (o su ausencia) influye en sus vidas hasta un punto enfermizo.

A pesar de su contenido, sin embargo, la película puede ser considerada remilgada cuando tiene que mostrar sexo, aunque ello quizá no sea tan sorprendente viendo el reparto de estrellas (incluyendo Lola Rennt que co-protagoniza Moritz Bleibtreu y Franka Potente). El hecho que los personajes normalmente estén vestidos o, cuando se desnudan se mueven atrás estratégicamente situadas botellas y tapones de mesa infecta la integridad de la película, si bien el trabajo de los actores no puede ser criticado. Roehler ha orquestado un reparto perfecto y cercano. Todos son perfectamente dirigidos, desde Bleibtreu y Ulmen como los dos medio-hermanos, hasta las mujeres en sus vidas (incluyendo los papeles de Potente y Martina Gedeck como sus amantes, Nina Hoss como su madre y Corinna Harfouch como la terapeuta de Bruno) y las versiones más juveniles de los hermanos (Tom Schilling y Thomas Drechsel – ya co-estrellas en Napola) que aparecen en flashbacks.

Mientras el tono de los dos primeros tercios de The Elementary Particles es serio, incluso deprimente (a pesar de numerosos momentos de alivio cómico), la última parte nos presenta a los padres de Annabella, Franka Potente, que todavía están viviendo una historia felizmente y se sienten peculiarmente fuera de lugar en la oscuridad de la película, un enfoque de día-fatal a las relaciones. A partir de entonces se sucederán muchos desastres pero de repente hay más que un vago destello de esperanza para todos los personajes, que se sienten, por raro que parezca, intrusitos. El paquete técnico de estos dos tercios de adaptación exitosa es de un nivel altísimo, a parte de su música genérica y de las melodías pop de los años 70 (tales como American Pie de McLean) que podrían estar en incontables películas.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

(Traducción del inglés)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Privacy Policy