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PELÍCULAS / CRÍTICAS

El Árbol

por 

- La francesa Julie Bertuccelli ha rodado en Australia con Charlotte Gainsbourg esta encantadora y sensible obra que fue muy bien acogida como clausura de la edición 2010 de Cannes

Encanto, delicadeza y sensibilidad caracterizan la película que cerró fuera de competición la 63ª edición del Festival de Cannes. Se trata de la franco-australiana El Árbol [+lee también:
tráiler
entrevista: Julie Bertuccelli
ficha de la película
]
, de Julie Bertuccelli, rodada en inglés. La cinta, conmovedora sin ostentación, relata el proceso de luto de una mujer (interpretada por una excelente Charlotte Gainsbourg) y sus hijos durante el año siguiente a la muerte súbita de su marido, y teje delicadamente el vínculo entre la reconstrucción del ser humano y la fuerza de la naturaleza representada por una higuera gigantesca en el centro de una Australia salvaje.

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Desde hace quince años, Dawn (Charlotte Gainsbourg) vive con su marido Peter y sus cuatro hijos (de cuatro a diecisiete años) en una casa situada en el centro de un espléndido paisaje donde se pierde la mirada. Pero Peter muere de una crisis cardíaca ante los ojos de sus seres queridos, al volante del coche familiar y justo bajo la higuera que linda con la casa. Dawn, vacía psicológicamente y dejando la responsabilidad del hogar a sus hijos, vive un luto muy doloroso. Por su parte, Simone, de ocho años, hace frente a la desaparición de su padre convenciéndose que los murmullos que oye en la higuera significan que el ausente se reencarnó en el árbol. Confía esta convicción a su madre (“es nuestro secreto”) que se deja también poco a poco atraer por la higuera. Los dos comienzan a hablar al árbol, aliviándo así su tristeza. “Se puede elegir entre entre la felicidad o la tristeza. Yo elegí ser feliz”, explica Simone (Morgana Davies) a su mejor amiga.

Poco a poco, Dawn vuelve a la vida normal, encuentra un trabajo como asistente y mantiene una relación con su jefe George. Sin embargo, el árbol ocupa cada vez más importancia, tanto físicamente (sus raíces amenazan las fundaciones de la casa y la cisterna) como psicológicamente (Simone se niega a bajar del árbol y rechaza la idea de un nuevo hombre en la vida de su madre). Pero los poderes de resurrección del ser humano (“Estamos tristes pero debemos aprender a superar el dolor”) y la fuerza de la Naturaleza a hacer borrón y cuenta nueva, ayudará a la familia a recomenzar.

Con este segundo largometraje adaptado de la novela Our Father Who Art in the Tree, de Judy Pascoe, Julie Bertuccelli confirma su talento. Precisamente en Cannes debutó en 2003 Depuis qu’Otar est parti, con la cual obtuvo el Gran Premio de la Semana de la Crítica. A través de la acertada descripción de los pequeños detalles de la vida cotidiana de la familia, El Árbol brinda un bello retrato femenino en el cual destaca la capacidad interpretativa de Charlotte Gainsbourg y una película invadida por la belleza majestuosa y regeneradora de la Naturaleza.

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(Traducción del francés)

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