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PELÍCULAS / CRÍTICAS

Oranges and Sunshine

por 

- Digno sucesor de su padre Ken, Jim Loach relata la espeluznante historia de 30.000 niños británicos que fueron enviados a Australia. Una ópera prima de investigación y denuncia

A pesar de un apellido quizá difícil de llevar, Jim Loach, respaldado por su gran experiencia en el documental, presentó en Roma una ópera prima sin complejos con respecto a la obra de su padre Ken, y se propone sin rodeos explorar un tema difícil, según sus propias palabras, “la naturaleza de la identidad y lo que nos convierte en lo que somos”.

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tráiler
entrevista: Jim Loach
ficha de la película
]
narra la historia de Margaret Humphreys, una trabajadora social de Nottingham que sacó a la luz uno de los mayores escándalos de la historia reciente: la deportación a Australia de más de 30.000 niños huérfanos o indigentes, llevada a cabo por el gobierno británico durante el período comprendido entre 1930 y 1970 para ofrecer al imperio brazos fuertes y jóvenes.

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Basada en el libro “Empty Cradles” de Margaret Humphreys, Loach y la guionista Rona Munro (que colaboró con Ken Loach para Ladybird Ladybird) describen esta historia que comienza en 1986, fecha en la cual Margaret, interpretada con intensidad por Emily Watson, se enteró de este programa por el cual el gobierno enviaba niños al otro lado del mundo, sin ni siquiera inscribirlos en la escuela, para que trabajaran y sufrieran todos tipo de abuso, físicos y psicológicos, en un contexto de vacío emocional total. Sola contra todos, la valiente asistente social contactó con los miles de personas a las cuales se había dicho que sus familiares habían muerto, reuniendo a numerosas familias y llamando la atención del mundo sobre esta horrible realidad acerca de la cual el Primer Ministro laborista australiano Kevin Rudd pronunció las excusas oficiales del Gobierno en 2009, imitado en 2010 por el Primer Ministro inglés Gordon Brown.

Loach, que dudaba entre el documental y la ficción, eligió contar las historias de estos “niños invisibles” a través de la mirada y el alma de la asistenta social, revelando así de manera progresiva la verdad al compás de la investigación para estallar en la segunda mitad de la película, cuando se confirma que la Iglesia Católica administró los orfanatos de Australia donde se cometieron algunos actos de pedofilía.

En 1994, en Ladybird Ladybird, Loach se interrogaba sin ninguna demagogia sobre la responsabilidad de los padres, por una parte, y la violencia burocrática de los servicios sociales, por la otra. En Oranges and Sunshine, no hay ambivalencia en cuanto a la responsabilidad de los abusos cometidos.

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(Traducción del italiano)

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