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SUNDANCE 2014

Viktoria: La historia vs. la familia

por 

- Es la primera película búlgara presentada a concurso en la historia del Festival de Sundance

Viktoria: La historia vs. la familia

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, que tiene el honor de ser la primera película búlgara presentada a concurso en Sundance, es un debut impresionante y ambicioso. Su directora, Maya Vitkova, observa la historia de su país a través de una familia disfuncional. Sus distintos miembros sirven como testigos de los cambios que ha sufrido Bulgaria desde 1979, punto de partida de su historia.

1979 es un año difícil para Boryana (Irmena Chichikova). Hermosa y rebelde, está harta de las dificultades del comunismo, desprecia a su madre (ferviente defensora del Partido) y sueña con escapar a Italia. Fuma cigarros americanos y bebe Coca-Cola a escondidas en el baño, mientras hace planes para abandonar su país. Aunque es consciente de que todos estos sueños sin inútiles si se queda embarazada y toma todas las precauciones que puede, sucede lo inevitable. En 1979 da a luz a Viktoria, un niña que nace sin cordón umbilical y, por tanto, sin ombligo.

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Para Boryana, Viktoria significa ni más ni menos que nunca podrá dejar atrás su pesadilla, mientras que para Vitkova la pequeña es la manera de estudiar cómo evolucionó Bulgaria en los siguientes veinte años. Todo comienza cuando Viktoria tiene apenas algunas semanas y Todor Zhivkov (Georgi Spasov), líder del Partido Comunista, la elige como Bebé de la Década. Nada parecía indicar que su crecimiento iría de manera paralela a la decadencia del comunismo búlgaro. 

En su primer largometraje, Vitkova analiza la pérdida y la adaptación. A sus diez años, Viktoria (Daria Vitkova, sobrina de la directora) es la estrella del Partido Comunista, conoce a Zhivkov y tiene una línea directa con él. Todo está a su alcance, recibe regalos extraordinarios y no se corta en dar divertidas órdenes a sus compañeros de colegio, como cuando exige que le enseñen sus ombligos. Pero, ¿qué ocurrirá en 1989, cuando Zhivkov pierda todo su poder y Viktoria tenga que darse cuenta de que su futuro no tan brillante como lo pintaban? ¿Cómo conseguirá soportar este cambio?

A pesar de su minúsculo presupuesto, Viktoria parece el resultado del trabajo de un impresionante equipo de escenógrafos y diseñadores de vestuario. A pesar de tratarse de su debut, la directora ha logrado controlar y organizar correctamente una gran cantidad de recursos, repasando tres décadas de la historia de Bulgaria en las que la situación, expresada de manera visual, es utilizada para mostrar los sentimientos, necesidades, decepciones y deseos de sus protagonistas.

Siguiendo los pasos de Eastern Plays (en la que Vitkova era productora ejecutiva), que fue seleccionada en la Quincena de los Realizadores de Cannes, la presencia de Viktoria en Sundance es un nuevo éxito para el cine búlgaro. Todo un logro para esta ópera prima, cuyo estreno europeo tendrá lugar en el Festival Internacional de Cine de Rótterdam, donde competirá por el Premio Tiger. Viktoria tiene por delante un  gran futuro en el circuito de festivales, aunque la cinta, de 155 minutos de duración, tendrá más problemas de cara al público búlgaro, de siempre reacio a recordar el periodo comunista en la gran pantalla.

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(Traducción del inglés)

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