08/09/2015 - VENECIA 2015: El director regresa a la localidad en que hace 50 años rodó Las manos en los bolsillos par saldar cuentas, una vez más, con las propias raíces

Todo el cine de Marco Bellocchio está hecho de vínculos familiares. Con Sangue del mio sangue [+lee también:
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entrevista: Marco Bellocchio
ficha de la película], presentada a concurso en la Mostra de Venecia, sella el lazo de sangre que une su discurso autoral desde los tiempos de Las manos en los bolsillos. Justo donde se rodó, hace 50 años, su obra maestra, en Bobbio, es adonde Bellocchio ha regresado para volver a saldar cuentas con las propias raíces. El protagonista del film es su hijo Pier Giorgio, una elección que parece natural y obligada. En esta ciudad de provincia de Piacenza, el director y el hijo actor y también cineasta establecieron hace un tiempo su "pequeña Cinecittà", como la definió Pier Giorgio, con el laboratorio Fare Cinema, dedicado a los jóvenes, y un pequeño festival veraniego.

La película arranca en el 1630 con Federico Mai, un joven hombre de armas al que reclama de vuelta en el burgo familiar la madre, desesperada porque su hermano gemelo, Federico, sacerdote, se ha suicidado en el convento del pueblo y no podrá ser enterrado en la tierra consagrada. La monja que lo sedujo, Benedetta (Lidiya Liberman), es considerada una bruja y la entierran viva por orden del cardenal al cabo de varias pruebas inquisitorias. Con un salto temporal de 400 años, encontramos a Federico en la piel de un muñidor en la Bobbio contemporánea, enfrentado con una especie de conde vampiro, dominus oculto de la ciudad, al frente de una consorte de personajes potentes.   

"Bobbio es el mundo", sentencia con sarcasmo el conde vampiro (interpretado por Roberto Herlitzka) en una charla con el propio dentista Toni Bertorelli, ambos disgustados por los efectos de la globalización. La oposición entre lo viejo y lo nuevo es continua y ambos salen perdiendo. Pero lo viejo debe hacerse a un lado, nos informa Bellocchio. El vínculo entre el presente y el pasado está en las raíces del poder, que en una época fue eclesiástico y que hoy es, sobre todo, de quien acumula riquezas. Solo las figuras femeninas, en su potencia deflagrante, se atreven a oponerse a tales actitudes autoritarias descaradas. 

Bellocchio reúne una vez más a sus actores más queridos como si de una familia se tratase: a los ya mencionados anteriormente hay que añadir a Alba Rohrwacher y a Federica Fracassi (ambas en Bella addormentata [+lee también:
crítica
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entrevista: Marco Bellocchio
ficha de la película]), así como Bruno Cariello, Filippo Timi, la hija Elena y el hermano de Bellocchio, Alberto.

Sangue del mio sangue tiene al mando de la fotografía a Daniele Ciprì. El montaje es obra de Francesca Calvelli y Claudio Misantoni; la música, de Carlo Crivelli; la escenografía, de Andrea Castorina, y el vestuario, de Daria Calvelli. Esta producción de Kavac Film en coproducción con IBC Movie, Rai Cinema, Barbary Films, Amka Films y RSI Radiotelevisión suiza y en asociación con Sofitvcine 2 llega mañana, 9 de septiembre, a los cines italianos de la mano de 01 Distribuzione, que ha repartido un centenar de copias por todo el país.

(Traducción del italiano)