08/10/2015 - La segunda película de Paula Ortiz es una estética, moderna y épica adaptación de Bodas de sangre, que inaugura la sección Noves Visions One del certamen catalán

¿Adaptar de nuevo a Federico García Lorca? Eso se preguntarán algunos con la ceja levantada: ¿Qué puede traer de nuevo que no hayamos ya visto mil veces, además en el teatro y la televisión? Paula Ortiz –fascinada desde adolescente por la imaginería lorquiana– ha tenido los arrestos de intentarlo y la osadía ha dado un resultado sobresaliente: La novia [+lee también:
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entrevista: Paula Ortiz
ficha de la película] es una película que reivindica el lado más arrebatado, pasional y romántico del poeta granadino, un autor de un talento no por suficientemente alabado aún necesitado de revisitación y redifusión: tras disfrutar de este film que este fin de semana se proyecta en el Festival de Sitges tras haber pasado por la sección Zabaltegi del reciente San Sebastián más de un espectador querrá seguir redescubriendo la obra del autor de Poeta en Nueva York.

Ya se menciona La novia como un título que liderará las quinielas a los próximos Goya. No cabe duda de que Inma Cuesta, su protagonista, será la más fuerte rival de la Penélope Cruz de ma ma [+lee también:
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ficha de la película] (leer más) en la pugna por el Goya a la mejor actriz de 2015: la valenciana –que se ha incorporado al elenco de la nueva de Almodóvar (leer más)– no sólo construye con extrema sensibilidad un personaje romántico hasta la muerte, que se debate entre lo que le dicta su cerebro y le aprieta en su corazón, sino que incluso interpreta con talento canciones tradicionales españolas como La tarara, con el sentimiento y la emoción de una profesional del canto, lo cual sorprenderá a quienes sólo recuerden el también sobresaliente registro cómico de Cuesta en la delirante Tres bodas de más [+lee también:
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entrevista: Javier Ruiz Caldera
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La secundan portentosas encarnaciones de mujeres temerosas, machistas y tremendas, donde destaca la veterana Luisa Gavasa (otro Goya cantado), en el rol de la madre del Novio (Asier Etxeandía), un buen mozo, amigo de la Novia desde que eran niños: ellos formaban un trío inseparable con Leonardo (Álex García), ahora casado con una prima de la Novia (Leticia Dolera, que era la protagonista de la primera película de Ortiz: De tu ventana a la mía [+lee también:
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ficha de la película]). La víspera de la boda, con un calor asfixiante, los dilemas internos atormentan a la Novia. El resultado, no por conocido, deja de emocionar y encoger el alma.

Porque Paula Ortiz ha reciclado la imperecedera obra maestra de Lorca en un western épico femenino, saturado de belleza y fatalidad. Visceral, sangriento y tórrido, es un film que, manteniéndose a menudo en el filo de los abismos de lo sublime y lo pretencioso (esa cámara ralentizada/acelerada y cierto aroma a spot deudor de Terrence Malick), sale victorioso de ese duelo porque se aferra fuertemente a los textos lorquianos, que son recitados por los actores con una naturalidad orgánica, nada forzada. A la dramaturgia demoledora del relato contribuye una fotografía casi sepia de Miguel Ángel Amoedo y los fotogénicos escenarios de Los Monegros (España) y la Capadocia (Turquía) donde se han filmado los exteriores: violentos y simbólicamente sexuales, crudos y a la vez oníricos, traslación paisajística del odio ancestral, el orgullo enrocado y el despecho lacerante que martiriza a los humanos que cabalgan por allí, víctimas de un destino déspota, imposible de esquivar.

La novia es una producción de Get in the Picture Productions (España), Mantar Film (Turquía) y Cine Chromatix KG (Alemania), de cuyas ventas se ocupa Fortissimo Films (Países Bajos).

Como parte del catálogo IFFR Live!, La novia también está siendo proyectada online del 29 de enero al 14 de febrero aquí.