email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

BERLINALE 2016 Forum

Humidity: un drama ambiguo con la tensión de un thriller

por 

- BERLÍN 2016: El nuevo drama atmosférico del director serbio Nikola Ljuca se ha estrenado mundialmente en el Forum de la Berlinale

Humidity: un drama ambiguo con la tensión de un thriller
Tamara Krcunović y Slaven Došlo en Humidity

Humidity [+lee también:
tráiler
entrevista: Nikola Ljuca
ficha de la película
]
, del director serbio Nikola Ljuca, es una rara joya: un drama atmosférico sobre la identidad y una generación despojada de sus ideales, con una narrativa en la que no parece que suceda mucho en términos de trama, pero que aun así posee una tensión de thriller; todo un logro para un director primerizo. El film se ha estrenado mundialmente en el Forum de la Berlinale

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)
Hot docs EFP inside

Escrita por Ljuca y Staša Bajac, Humidity comienza con una escena de sexo entre Mina (Tamara Krcunović, actriz que el cine serbio podría aprovechar mejor) y Milan (Slaven Došlo, revelación del año pasado en las cintas Panama [+lee también:
crítica
tráiler
ficha de la película
]
y Next to Me [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Stevan Filipović
ficha de la película
]
). Es el final de un julio abrasador en Belgrado, y después de quitarse el sudor, Mina conduce al aeropuerto para recoger a su marido Petar (Miloš Timotijevic, de No One's Child [+lee también:
crítica
tráiler
ficha de la película
]
) y su compañero de trabajo Srdjan (Dragan Bakema).

Trabajan para una constructora, y esa noche hay fiesta en casa de uno de sus colegas. Mina y Petar vuelven a casa, y se tumban para echar una siesta; cuando él se despierta, ella se ha ido. No contesta al teléfono, pero él no ve razones para preocuparse. Va a la fiesta, y cuando no la encuentra allí, se inventa una excusa.

Al día siguiente tampoco vuelve, y Petar simplemente va al trabajo, donde su jefe le anima a cerrar un contrato turbio para la construcción de un puente, que podría poner en peligro miles de vidas, en un futuro lo suficientemente lejano como para no preocuparse en ese momento —una práctica corriente en la corrupta sociedad serbia—.

Los días pasan, cada uno marcado por un título, y Mina sigue desaparecida. Petar visita a la madre de ella, habla con sus amigos, y todo el rato finge que no ha pasado nada. Pasa las noches haciendo jogging o yendo de fiesta, dando salida a la ansiedad y preservando la imagen de una vida perfecta.

Petar pertenece a la generación que creció en los 90 y vivió las guerras de Yugoslavia, el embargo de la ONU y el bombardeo de la OTAN, protestó contra Milošević y se desilusionó cuando, tras la caída del dictador, la sociedad se hizo más brutal, bajo el influjo del gran capital. 

Ahora conduce un BMW, y cuando le ascienden, se compra un coche nuevo, un poco más grande. Mientras tanto, Bojana (Katarina Marković), la hermana de Petar, y su marido han abierto un restaurante elegante. En este medio social, lo único en lo que se piensa es en el dinero y el estatus. "No tengo tiempo para estar deprimida," dice Bojana, tumbada al lado de la piscina en un lujoso spa. 

Ljuca incrementa gradualmente la tensión a medida que Petar huye de cualquier cosa que pueda recordarle su identidad imperfecta, artificialmente creada. En esta tónica, el director alude, con mucha clase, a Carretera perdida, de Lynch.

Timotijević es una revelación como protagonista. Hace falta un actor especialmente sensible para interpretar un personaje cuyas acciones irracionales parecen tan plausibles. Krcunović no aparece demasiado, pero le da a la película justo lo que necesita con solo unas pocas expresiones faciales contenidas y varias frases perfectamente medidas. Aunque Timotijević carga con el peso de la película, es ella —o más bien su ausencia— el elemento que nos cautiva y nos hace pensar.

Belgrado en sí juega un papel importante en la película. Con el toque refrescante de la directora de fotografía emergente Maja Radošević (Next to Me), Ljuca ha retratado la ciudad con una mezcla de amor y reproche que solo puede venir de una persona que la conoce bien, desde los más sucios sótanos a los tejados más luminosos. 

Humidity es un debut impresionante, y lo mejor es que lo que estás leyendo ahora es solo una de las interpretaciones posibles. Hay numerosos detalles, aparentemente inconsecuentes, que podrían inspirar maneras diferentes de ver la película; los debates sobre la temática y el significado del film tras la proyección están garantizados.

Coproducida por las serbias Dart Film y Cinnamon Production, la holandesa Lemming Film y la griega 2.35, Humidity está representada internacionalmente por la compañía afincada en Belgrado Soul Food.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

(Traducción del inglés)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Privacy Policy