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PELÍCULAS / CRÍTICAS

Operación Libertad

por 

- Obra audaz, seleccionada en la Quincena de los Realizadores de Cannes, sobre el destino de unos jóvenes revolucionarios de finales de los años 70 en Suiza.

Tras varios documentales, el director Nicolas Wadimoff vuelve con Operación Libertad [+lee también:
tráiler
entrevista: Nicolas Wadimoff
ficha de la película
]
, una película de ficción que narra el destino de un grupo de jóvenes revolucionarios a finales de la década de los 70. A pesar del riesgo de la propuesta, le ha valido al director la selección de su trabajo en la Quincena de los Realizadores del 65° Festival de Cannes.

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Nicolas Wadimoff afirma que su última película es la "más reveladora" de toda su trayectoria artística. No seremos nosotros quienes le contradigamos, pues Opération Libertad hunde sus raíces en los veinte años de trabajo cinematográfico que la preceden; en primer lugar, desde el punto de vista estilístico: estamos ante una obra en trampantojo que crece y se alimental del cine documental: un género en el que el director, tras la rabia incompleta que afloraba en Clandestins y Mondialito, pudo dar con esa “urgencia” convertida en grito de pertenencia a los círculos alternativos a los que se adhirió en Suiza durante tanto tiempo. Cierra el circuito, de esta manera, Operación Libertad, un falso documental sobre un grupo autónomo revolucionario que promueve un “golpe de estado” en la Suiza de finales de los 70.

Rodada cámara al hombro por un operador de ficción que también hace las veces de montador final, la película es una obra de ayer y de hoy y responde a una lógica personal y política que percibirán en un abrir y cerrar de ojos todos aquellos que hayan visto cualquier trabajo firmado por Wadimoff. Lo único es que, mientras tanto, han pasado veinte años: para contar qué fue de aquellos aprendices de revolucionarios, el director se acerca más a las posibilidades humanas de su historia que a los resortes puramente ideológicos. El entrenamiento de un deleznable teniente coronel paraguayo que lleva a sus espaldas las maletas de la dictadura constituye el fragmento de valentía de la película en lo que concierne a la tensión y al entertainment. Sin embargo, es todo aquello que vemos antes y después de ese instante lo que confiere a Operación Libertad la fuerza de su impacto en el espectador. Ese poder nace del terrible encuentro entre la inercia de un gobierno cuya aparente incapacidad de reacción representa el arma más terrible y la energía alocada, tal vez autodestructiva, de unos guerrilleros más aptos para el amor que para la guerra contra el gran capital internacional. Los héroes de Wadimoff son tan hermosos y trágicos como naífs, jactanciosos y capaces de actos de cobardía y vileza. Eso es, precisamente, lo que los acerca tanto a nosotros.

Especialmente complicado fue dar con los actores que encarnasen ese tipo de personajes, pues todo bascula entre lo demasiado y lo insuficiente y además de la convicción del intérprete era necesario manifestar la furia por la vida que sentían aquellos a quienes iban a dar vida. El éxito alcanza las cuotas de altura del desafío: rara vez una película suiza ha contado con un reparto tan convincente. Una mención especial merecen tanto Natacha Koutchoumov, cuyo retiro y cuyas inquietudes llevan literalmente el peso de la acción, como Karine Guignard, que se caracteriza por su carácter explosivo. Esta última es una rapera conocida bajo el seudónimo de La Gale y confirma con este trabajo su excepcional talento de actriz, rivalizando con la mismísima Béatrice Dalle y capaz de encarnar a una activista punky en aquella extraña Suiza de hace casi cuatro décadas.

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