05/02/2008 - El caos calmo es un dolor invisible desde el exterior, según Nanni Moretti, protagonista de este drama dirigido por Antonello Grimaldi que competirá por el Oso de Oro de la Berlinale

El caos calmo es un dolor invisible desde el exterior, un volcán que no llega a entrar en erupción, de acuerdo a las palabras del propio Nanni Moretti, absoluto protagonista de este drama dirigido por Antonello Grimaldi que competirá por el Oso de Oro de la Berlinale.

La película, basada en el libro homónimo de Sandro Veronesi, gira en torno al famoso actor y director. El guión, escrito por Moretti, Laura Paolucci y Francesco Piccolo, ha intentado simplificar en la medida de lo posible la enorme complejidad estructural de la novela. En ella, Pietro Palladini, dirigente de una cadena de televisión, espera sentado durante horas delante del colegio de su hijam esperando que ésta termine sus clases. El verano anterior, su mujer Lara murió mientras él se encontraba en la playa salvando la vida de una mujer (Isabella Ferrari) que estaba a punto de perecer ahogada. Pietro está poseído por una irreal, extraña tranquilidad. Vive el luto como un caos calmo junto a su hija. En ese momento, el mundo gira en torno a ese banco y a ese parque. Quien quiera verlo debe acudir a ese lugar, su hermano Carlo (Alessandro Gassman), su cuñada Marta (Valeria Golino), sus compañeros de trabajo (Silvio Orlando, Hippolyte Girardot, Denis Podalydès).

La empresa donde trabaja es el escenario de una batalla de poder, a un paso de la fusión con una gran multinacional estadounidense. Todos quieren saber qué piensa Pietro. Pero su cabeza se encuentra en otro lugar, a la espera de que explote su sentimiento de culpabilidad, de que se produzca el estallido de desesperación, que no termina de producirse.

Moretti interpreta su papel con gran convicción, a pesar de que nunca ha sido un actor al cien por cien, sino que había creado un personaje que interpretaba una y otra vez. De aquí la fuerte sensación de “morettización” que invade tanto la película como el personaje principal. Pero es innegable que existe una fuerte semejanza entre Moretti y el personaje Pietro Palladini. De hecho, el escritor Sandro Veronesi incluyó al director entre los agradecimientos de su libro. Palladini comparte tics y manías con el Michele Apicella que ha protagonizado tantas películas de Moretti, como por ejemplo la de realizar listas mentales (compañías aéreas con las cuales ha volado, cosas que no sabía de mi mujer, lugares a los que no volveré), lo cual otorga un toque humorístico a la película que sin duda produce contribuye a aligerar la pesadumbre de la historia. Una pesadumbre que recuerda a la de La habitación del hijo [+lee también:
tráiler
ficha de la película], dirigida por el mismo Moretti, con la que en cualquier caso tiene muchas diferencias. “En mi película”, explica el director, “el núcleo familiar explota en mil pedazos a raíz de la tragedia, mientras que en Caos calmo del dolor nacen nuevas relaciones que consolidan a los distintos personajes”. Más allá del aspecto existencial y de la capacidad de renacer de sus cenizas del protagonista, posiblemente una de las cosas más interesantes para Moretti habrá sido el aspecto político derivado de la profesión de Palladini, dirigente de una televisión. En una conversación telefónica, dice: “¡Ayudamos al cine italiano desde hace mucho tiempo!”. También siguiendo este punto de vista adquiere un nuevo relieve el cameo de Roman Polanski, que interpreta el papel de un magnate a mitad camino entre Silvio Berlusconi y Rupert Murdoch (la trama de la fusión empresarial refleja la compra de Tele+ por parte de Murdoch, que dio lugar al nacimiento de Sky Italia). De este modo, intentan explicar qué sucede a los trabajadores cuando se produce una fusión, los dramas individuales, el arribismo, el valor de la amistad dentro de una sociedad que parece encontrarse bajo un volcán que no termina de entrar nunca en erupción.

(Traducción del italiano)