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PELÍCULAS / CRÍTICAS

Tutti contro tutti

por 

- El debut como director del actor Rolando Ravello es una comedia amarga sobre una familia cuya casa es ocupada por extraños.

Nunca dejar la casa vacía es la regla de los habitantes de barrios populares. Sin embargo, para Agostino y su familia no es posible no ir a la primera comunión del hijo menor, Lorenzo. Cuando vuelven a su casa en un edificio situado en la periferia de una gran ciudad, cargados de aperitivos dulces y salados para celebrar el evento, descubren que la cerradura ha sido cambiada. En su casa ahora vive otra gente. Que comience la guerra entre pobres.

El debut como director del actor Rolando Ravello, titulado Tutti contro tutti [+lee también:
tráiler
entrevista: Rolando Ravello
ficha de la película
]
(estreno el 28 de febrero por Warner Bros con 250 copias) tiene el sabor de una refinada tragicomedia social. Una película que mezcla relato urbano y neorrealismo y que detrás de cada carcajada esconde pequeñas grandes denuncias, siguiendo la tradición de la mejor comedia italiana. Acompañado del excelente reparto (Kasia Smutniak, Marco Giallini, Stefano Altieri, Lidia Vitale, Antonio Gerardi), un emocionado Ravello, que interpreta a Agostino, ha explicado el nacimiento de la película durante la rueda de prensa de presentación en Roma. “El proyecto nació hace siete años, cuando el Agostino real me llamó llorando para contarme que habían ocupado su casa. Él ha conseguido volver a su piso de 30 m2, pero Massimiliano Bruno y yo (autores del guión, ndr) hemos imaginado qué habría pasado si las cosas hubiesen tomado un camino distinto”.

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Mientras tanto, Ravello llevó la historia de Agostino al teatro. Luego le llegó el encargo del productor Domenico Procacci (Fandango) de hacer una película. "Parece que en Italia funcionan sólo las comedias, así que al menos volvamos a una comedia con contenido", ha comentado el productor. Y eso es algo que no falta en Tutti contro tutti: la impunidad de quien alquila casas que no pertenecen a nadie, la convivencia con inmigrantes y gitanos, la usura, los abusos, la Iglesia, que posee muchas casa pero que a un hombre desesperado que se ha quedado sin casa sólo sabe recomendar que rece.

La película tiene, además, el merito de evitar el sentimentalismo y no resbalar en lo grotesco. Muestra a familias encerradas en sus casas, que miran a través de la mirilla de la puerta sin abrir a nadie. Tener una casa es un derecho irrenunciable y cada uno se tiene que ocupar por su cuenta, todos contra todos, como reza el título del film. 

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(Traducción del italiano)

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