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CANNES 2015 Quincena de los Realizadores

Peace to Us in Our Dreams: trío solitario

por 

- CANNES 2015: El octavo largometraje del lituano Sharunas Bartas, presentado en la Quincena de los Realizadores, es un afán contemplativo en la intimidad

Peace to Us in Our Dreams: trío solitario

Para su octavo largometraje, titulado Peace to Us in Our Dreams [+lee también:
tráiler
entrevista: Sharunas Bartas
ficha de la película
]
y presentado en la Quincena de los Realizadores del 68º festival de Cannes, el director lituano Sharunas Bartas se centra en la intimidad y en los problemas relacionales de una familia durante un fin de semana en su casa de campo, en las afueras de Vilnius.

Esta coproducción entre Lituania, Francia y Rusia sigue a tres personajes sin nombre: un hombre (encarnado por el propio director), su hija adolescente (tanto en la pantalla como en la vida real, Ina Marija Bartaite) y su nueva compañera, violinista (Lora Kmieliauskaite), se mudan durante un fin de semana a su residencia secundaria, en el campo. Un hombre y su hija distantes, una mujer perdida sin su vida profesional, una pareja que parece no comprenderse ya: a pesar de los paseos en bici, los baños en el lago, el descanso en el jardín y los encuentros con los vecinos, no hay reencuentro sino más bien huida, observación y distancia. 

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Peace to Us in Our Dreams abre el telón con unos ciervos cazados y atrapados, introduciendo un tema que trasciende el largometraje. Los planos breves encima de los personajes y los pocos diálogos representan la profunda incomprensión y la soledad que padecen (en una extraña conversación con su padre, la hija explica que se siente "muy aislada" y "encerrada en ella misma") contrastan con los planos amplios de una naturaleza lituana fotografiada con primor (Eitvydas Doshkus), abriendo así los marcos y dando a los personajes la oportunidad de salir de ese juego cerrado que mantienen entre ellos a base de encontrarse y liberarse. La joven compañera va a nadar, desnuda, al lago; la hija se salva para verse con su amigo de la infancia, marginado (Edvinas Goldsteinas), en mitad del campo, y acariciarse bajo un árbol… Los encuentros con los vecinos (un trío al revés: hijo, madre y compañero de la madre) dotan finalmente de perspectiva las tensiones familiares que, al contrario que las suyas, son psíquicas, no físicas. 

El poder de Peace to Us in Our Dreams reside principalmente en la decisión de Sharunas Bartas de flirtear con lo indecible y representar una atmósfera más que una narración estructurada. "Me gustan las palabras, las conozco bien, sé lo que significan; por eso las uso con exigencia", afirma el director. Entre la fractura de una familia que pierde sus palabras y la necesidad de reencontrarse a través de la apertura de los campos, las imágenes fluyen, palabra a palabra, describiendo el objeto lejano de esta película que trata de admitir una deriva sin golpear en la tragedia familiar.

Sharunas Bartas filma una obra íntima y personal, interpretada con pudor por su hija y él mismo, la compañera (una violinista de verdad) y actores secundarios (amateurs en su mayor parte). Varios elementos, entre ellos los decorados y el empleo de vídeos familiares de archivo, también hacen pensar en la propia historia del director. Ignoramos, y quizá esté ahí su fuerza, en qué medida el punto de vista es auto-bio-gráfico.

Peace to Us in Our Dreams, cuyo agente de ventas es NDM Ventas Internacionales, es una coproducción entre la lituana Studija Kinema, la francesa KinoElektron y la rusa Lookfilm.

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(Traducción del francés)

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