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Robin Campillo • Guionista y montador

Batidos de ficción

por 

- Robin Campillo a co-escrito y montado todos los filmes de Laurent Cantet. En el 2004, presentó en la Mostra de Venecia en Competición Oficial su primer largometraje Les Revenants

Cineuropa : El hecho de ser director y montador cambia la perspectiva de una adaptación, me imagino.
Robin Campillo : No me fascina el objeto guión. Si pudiera evitarlo, me sentiría igual de contento. Es Francia, es la obsesión del desarrollo de los guiones! Si me dijeran que los guiones sirven para encontrar dinero, lo comprendería. El problema es que oficia cada vez más de conjunto de directivas para la producción. Un escenario no es una serie de problemas que es necesario resolver. Se piensa demasiado al cine que una ficción tiene en el escenario.

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¿Se piensa demasiado en términos de historia?
Se confunde la historia y la ficción. Creo que lo importante es que haya en el libro o la novela que se adapta una especie de estructura que produzca cine, un dispositivo que pueda ser implantado como el corazón de un robot en un filme y producir cine. En el fondo, no se trata tanto de lo que se cuenta. Ni de ilustración o interpretación, sino más bien de una cuestión de dínamo en el centro de la ficción. La manera como las cosas son construidas y las estructuras me parecen cuestiones muy importantes, más importantes que los diálogos por ejemplo, que son aritméticos. Llegan por ello mismos, finalmente, por necesidad. En el rodaje, se ve por ejemplo lo que los actores llegan o no llegan a decir. Hay que dejar venir el filme en vez de ir a buscarlo, y dejarse atravesar por él.

¿Cuál es esta maquinaria en Vers le Sud?
Esta compilación de Dany Laferrière nos interesa porque es una falsa novela o falsas novelas. No se pueden separar las unas de las otras, se construyen juntas. Está división dice algo de Haïti, de situaciones, de personajes, de su imposibilidad a tomar una imagen de su medio ambiente, de su cultura, de su nación. Había algo de semejante en La Nef Des Fous, detalles no razonables que forman un medio ambiente, una maquinaria en la que se podría inscribir una ficción. Laferrière es un escritor que re-escribe sus propias novelas, que repite, y no es peyorativo. Su escritura se ve agitada por una obsesión, es un bucle que gira alrededor de un secreto que no existe. Estas novelas son el signo de eso, que no hay centro, son satélites alrededor de nada. La novela que nos inspiró está así compuesta de tres monólogos.

¿Ud. no ha trabajado sobre tres novelas?
Si, porque teníamos ganas de elementos que no estén totalmente en la ficción, contrapuntos que sean fieles a esta estructura en archipiélago. Mezclamos otras novelas y cosas que él nos contó. Por otra parte, y nos alimentamos también de lo que una mujer nos contó. Y, una vez más, no es tanto lo que ella nos contó lo que nos ha emocionado sino la encarnación de lo que ella era. Veíamos en ella un poco a los personajes de las novelas. Decía cosas fascinantes, que en Francia ella ya no era deseable para nadie - lo que hay que admitir, lo que hay que vivir. Ya que no deseable significa no tener miradas sobre si mismo, falta de atención. Pienso también que la cuestión no era solamente el hecho que ella retomara su destino en mano sino que esta diligencia de ir a las islas hace de ella un ser independiente.

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