16/04/2008 - Seis años ha invertido en este proyecto, con un dinero nada fácil y un actor que por el camino se había convertido en una gran estrella: esto y más ha sufrido este ecléctico productor

Si alguien le hubiese dicho a Bryant, que a los 16 años entró como aprendiz en Samuelsons y poco después pasó a ser técnico de cámara, que iba a terminar produciendo la última película de Daniel Craig, posiblemente no le habría creído. Ha sido una viaje maravilloso, que ha incluido la producción de eXistenZ, de David Cronenberg, Nora, la película protagonizada por Ewan McGregor sobre la musa de James Joyce, Max, sobre la relación de Hitler con su marchante de arte, y Owning Mahowny, con un reparto compuesto nada menos que por John Hurt, Minnie Driver y Philip Seymour Hoffman. Bryant también ha encontrado tiempo para fundar la productora Natural Nylon junto a Jude Law, Ewan McGregor, Sean Pertwee y Jonny Lee Miller, además de varios proyectos con ICM y Arclight Films.

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Cineuropa: ¿Qué fue lo que más te atrajo del proyecto Flashbacks of a Fool?
Damon Bryant: Leí por primera vez el guión hace seis años y me conquistó de inmediato. Baillie lo había escrito expresamente para Daniel y todos comenzamos a buscar dinero para financiarlo. Tardamos un poco, y Bond puso su granito de arena La obra de Baillie en vídeos musicales es conocida en todo el mundo y su guión se inspira en su propia vida, lo cual creo que se nota muy claramente en la película. Su modo de escribir es excepcional.

¿Con qué presupuesto contasteis y cómo lograsteis reunir todo el dinero?
El presupuesto ha sido de 11,5 millones de dólares y todo comenzó gracias a un valiente, Robert Mitchell (director general de Disney UK), que se unió a nosotros muy al principio con un buen montón de dinero y varias fuentes de financiación repartidas por todo el mundo. Lene Bausager, mi compañera en la producción, y yo pasamos varias noches sin dormir por la tensión. Hasta llegamos a perder la mitad del presupuesto en Cannes cinco días antes de empezar el rodaje en Ciudad del Cabo. Lene y yo tuvimos reuniones con gente de todo tipo y a la hora del té ya habíamos conseguido recuperar todo, aunque volvimos a perderlo cuando ya llevábamos dos semanas de rodaje. La película tenía una pinta estupenda y fue esto que nos impulsó a seguir adelante, con Robert de la Disney y su fe inquebrantable dando la cara por nosotros. Entonces encontramos una gran compañía alemana y un gran banco. Terminamos la película y conseguimos completar el presupuesto dos meses después de terminar el rodaje. ¡Increíble!

¿Qué tal fue trabajar con Daniel Craig y Baillie Walsh?
Trabajar con Daniel y Baillie provocaba diversión y miedo a partes iguales. Todos éramos amigos, pero la cosa se ponía seria. Les conozco desde hace 12 años y sé casi todo sobre ellos. Les admiro, hacen cosas que yo nunca podría hacer. Trabajar con Lene fue lo mejor, es genial.

¿Qué retos tuvisteis que afrontar durante el rodaje?
A parte de estos problemas económicos, reconstruir Los Ángeles y el pueblecito costero inglés en Sudáfrica fue un verdadero reto. Queríamos representar ese tipo de realidad un poco idealizada, como normalmente vemos los recuerdos, que la verdad es que nunca han sido tan bonitos como en nuestra cabeza. Queríamos representar esa magia. Creo que lo hemos conseguido y la película tiene una pinta estupenda. Nuestro director de fotografía es John Mathieson y es difícil mejorarlo.

De Cronenberg a James Joyce y de Hitler a Flashbacks, como productor llevas una increíbler trayectoria.
He hecho una serie de películas muy eclécticas. Empecé con un grupo de actores muy jóvenes y nos bautizamos como Natural Nylon. Mi mujer se inventó el nombre. Éramos jóvenes e ingenuos, con grandes ideales. Logramos algunas cosas, pero no resistimos la competición con Hollywood, que atrajo a las estrellas inglesas hacia su territorio. Hicimos algunas películas de calidad y poder trabajar con Cronenberg fue un lujo, pero no podía durar y no lo hizo. Desde entonces he trabajado como contable, agente de ventas, director de marketing, agente de actores y productor independiente. Con 16 años entré de aprendiz en Samuelsons, tenía que moverme, y aún lo hago. Es lo que me gusta de la industria del cine, nunca tienes un día igual que otro.

Y ahora, ¿cuáles son tus próximos proyectos?
El futuro es India y Steve Barron (Rat, Mike Bassett: England Manager). Espero que todo esté listo para el rodaje antes de julio. El proyecto se llama Prakash y la protagonista es Irrfan Khan (El guerrero, Un corazón invencible [+lee también:
tráiler
ficha de la película]). Me encantó en El guerrero y sólo hace que mejorar. También me he enamorado de la India, es un país increíble. Steve es un gran director que me encanta. Su trayectoria hasta ahora es muy interesante. Al parecer, será la primera coproducción entre India y el Reino Unido. ¡Qué emocionante!