03/11/2011 - "Kryptonite! refleja cómo vi con los ojos de un niño los años 70 en Nápoles", explica el director Ivan Cotroneo

"Kryptonite! [+lee también:
crítica
tráiler
making of
entrevista: Ivan Cotroneo
ficha de la película] refleja cómo vi con los ojos de un niño los años 70 en Nápoles", explica el director Ivan Cotroneo. Una época en la que "no había riqueza, no había estatus ni diferencias de clase, sino que había alegría, la gente era más libre..."
Produce Indigo Film en colaboración con Rai Cinema. El pasado 4 de noviembre Lucky Red estrenó en 130 copias la película, presentada a concurso en el festival internacional de cine de Roma.

Cineuropa: ¿Cuánto hay de autobiográfico en el libro y en la película?
Ivan Cotroneo: El mundo del joven protagonista Peppino se acerca mucho a lo que viví yo: un mundo extravagante, fascinante y lleno de misterios. Crecí con mis tíos, jóvenes, y a veces me pasaba de la raya... Aprendí que por muy bien o mal que se esté, uno nunca está solo en la vida: siempre hay alguien dispuesto a ayudarte.

La ciudad y el contexto histórico son también protagonistas de la cinta.
Quise describir, sin nostalgia ni desvaríos pop, la realidad de aquella época en la que había más capacidad para indignarse, también por parte del mundo femenino: entonces las mujeres se rebelaban porque se las consideraba únicamente desde el prisma del canon estético. Se trata de una comedia humana en la que se ríe, se conmueve y suceden cosas tristes pero que siempre aparecen contadas con una mirada irónica. Di con un equilibrio entre la Nápoles descrita en los periódicos y la Nápoles que permanece en mis recuerdos infantiles: una Nápoles en la que uno se enfrenta a la vida con ironía.

Se presta especial atención a la dimensión femenina.
Además de un cuento de formación quería que la película fuese una reflexión en torno a tres generaciones de mujeres, con recorridos sentimentales y afectivos diferentes.
Escribí el guión con dos guionistas, Monica Rametta y Ludovica Rampoldi, y uno de los objetivos que nos marcamos fue describir personajes femeninos creíbles y afectuosos e imaginar las trampas familiares en las que podrían caer.

¿Cómo fue el paso de la escritura a la dirección?
Después de que los productores Francesca Cima y Nicola Giuliano adquirieran los derechos del libro, empezamos a trabajar juntos en la adaptación cinematográfica. Yo no me cansaba de repetir lo que habría de esperar del posible director, hasta que al final me preguntaron que por qué no lo rodaba yo.

El primo Gennaro/Superman no encuentra su hueco en esa sociedad sonriente y va a Peppino con un discurso simbólico sobre la importancia de aceptarse y vivir la propia diferenciación del resto. Parece un elemento clave de la historia.
El sentido de la película está en él: él es la puerta por la que accede Peppino al mundo fantástico. Era esencial que la cinta terminase con ese discurso; nos gustaba y a la vez nos daba miedo porque es lo último que queda de la película. Gennaro no solo habla de la importancia, sino también del cansancio de ser especial y se lo dice a un niño que no quiere ser especial. La búsqueda de la felicidad no es fácil: se llega a ella a través del dolor, de sueños rotos, de remordimientos. Cuando el protagonista afirma que está listo, es consciente de esta dificultad.