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Ken Loach • Director

"El criterio no es hacer reír o llorar"

por 

- Whisky, comedia realista y clase obrera: el director inglés explica cómo hizo La Parte de los Ángeles

Al final de la proyección en el 65° festival de Cannes de la comedia social La Parte de los Ángeles (leer la crítica), a la postre ganadora del premio del jurado, el director inglés Ken Loach se reunió con periodistas de todo el mundo para hablar de la película. A continuación figuran algunos extractos de la rueda de prensa.

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similar al del pájaro en su película Kes (1970)? ¿Se trata de una metáfora?

Ken Loach: Gracias al whisky descubrimos el gran talento del personaje que encarna Paul Brannigan, de la misma manera que ocurría al ver trabajar a Billy Casper con los pájaros en Kes. Sin embargo, el personaje de Kes tenía trabajo: eran los años 60. En The Angels’ Share, Robbie está en paro: es 2012 y podemos ver el camino recorrido. Se trata en cualquier caso de un medio para apreciar la energía del personaje, su determinación para ser alguien en la vida. En cuanto a si es o no una metáfora, creo que siempre es peligroso hablar de ello por el riesgo de pecar de pretencioso. Digamos que el whisky desempeña varias funciones en la película: un arte, a la gente le enorgullece elaborarlo y el resultado resulta placentero a aquellos que lo prueban. Todo ello forma parte del punto de vista turístico de Escocia, pero la realidad es la que viven Robbie, Rhino y los demás. Nos hemos divertido mucho con ese contraste entre estas dos imágenes radicalmente opuestas de Escocia.

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¿Por qué una comedia?
Paul Laverty y yo queríamos presentar una situación trágica de manera que provocase la sonrisa del espectador. Seamos honestos: las comedias no son fáciles de hacer; lo que queríamos no era dirigir como si se tratase de una comedia, con el mero objetivo de hacer reír o empleando la música para tal propósito. Decidimos presentar a los personajes y la historia de manera veraz. Luego, al igual que en el mundo real, hay momentos de profunda crisis y otros un tanto graciosos que nos hacen sonreír o reír por dentro. No estamos en un mundo sin emociones y lineal. Cada momento tiene un poco de tragedia y otro poco de comedia. Con los mismos personajes de la película podíamos haber contado una historia trágica. En mi papel de director trato de contar la historia del momento y el criterio que la determina no es hacer reír o llorar, sino si es real.

¿Ha cambiado su punto de vista a la hora de filmar a la clase obrera?
Nuestra actitud no ha cambiado. Es la clase social que lleva a cabo los cambios en la sociedad. Lo que sí hemos constatado es que a medida que la crisis económica se complica, la prensa presenta los problemas de forma cada vez más dramática y critica especialmente a la gente que pide asistencia social. Nosotros queremos adoptar una perspectiva distinta y resaltar la importancia de esa clase social. No podremos evitar el debate político: el sistema destruye vidas, considera que es demasiado pedir un trabajo, una vivienda, para ahora y para cuando seamos viejos, seguridad para la propia familia y cuidado médico… Todo ello es resultado de la crisis actual. Es muy importante darse cuenta de que lo que hoy vemos como imposible era hace solo unas décadas la base de la vida en sociedad. Si creemos que eso es imposible a día de hoy, no se debe a lo que puede dar de sí la vida, sino a lo que nos han hecho creer.

¿Le pidió la censura en el Reino Unido la supresión de algunos fragmentos de la película?
Tuvimos derecho a la palabra culo solamente siete veces, siempre y cuando no conllevase agresividad alguna. Es casi surrealista. La clase media británica está obsesionada por las palabrotas. Por supuesto que son palabras que pueden manipular, pero ya va siendo hora de dar un nuevo sentido a la palabra grosería.

La empresa de los Dardenne participa en calidad de coproductora. ¿Qué tienen en común su cine con el de los hermanos belgas?
Ambos damos valor a la vida cotidiana, apreciamos la comedia del día a día y la importancia de los actos de la gente corriente. El cine de los hermanos Dardenne es a la vez preciso, sutil y sólido y nos alegra mucho de trabajar juntos.

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