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Damir Cucic • Director

"Internet ha provocado casi un estado de histeria en el ámbito de la auto-promoción"

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- El primer largometraje de Damir Cucic, A Letter to My Father, ha demostrado su solidez en la pasada edición del Festival de Pula. El realizador habla sobre su acercamiento experimental.

Cineuropa: Antes de esta película, hiciste numerosos cortos experimentales y documentales y A Letter to My Father [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Damir Cucic
ficha de la película
]
no deja de ser experimental a su manera.

Damir Cucic: Mis afinidades cinematográficas se desarrollaron en los años 90 y tuve la suerte de colaborar con muchos cineastas experimentales. Durante aquella época, en mi opinión, el cine experimental era la única aportación de Croacia realmente relevante en ámbito internacional. El resto de formas cinematográficas eran mediocres, siendo benévolos. Ivan Ladislav Galeta, Tom Gotovac, Boris Poljak, Milan Bukovac, Zdravko Mustać y otros consiguieron contagiarme la experimentación de modo permanente, así que hasta hoy he seguido explorando los límites de la expresión cinematográfica. A Letter to My Father flirtea con la ficción, el documental y el cine experimental. Me gusta jugar con el cine de esa manera. Hemos cambiado y añadido cosas a la historia durante el rodaje y luego cambió por completo durante el montaje. Para hacer algo como esto, tienes que tener la comprensión de tus compañeros y he trabajado con actores excepcionales y un equipo muy experimentado. Nuestro trabajo parece haber dado sus frutos, pero soy consciente de que la experimentación puede dar lugar a fracasos. Es precisamente la incertidumbre del experimento lo que enciende mi profunda pasión hacia el cine.

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El tema proviene de la experiencia personal de Milivoj Beader. ¿Qué te interesaba más, el aspecto familiar (la relación padre-hijo) o el social (la sociedad patriarcal)?
Teniendo en cuenta que se trataba de la historia de Milivoj, me interesaba toda y la he estudiado desde todos los puntos de vista. Construimos el personaje del padre según sus recuerdos y ha funcionado, ya que está claro que al público le gusta la figura del padre tirano. Personalmente, me interesaba más su amor no declarado, que no consiguen ni siquiera susurrar, no digamos mostrar abiertamente. Un amor que de una manera inconsciente está influido por una especie de pétreo dolor eslavo. “Cuando amo, quiero que duela”. Esa sería la cosa que más me interesa de esta película.

El avance de las nuevas tecnologías ha tenido un papel muy importante en la creación de esta película. Ahora estamos mucho más acostumbrados a diarios audiovisuales y otras formas que inundan Internet. ¿Crees que es una ventaja para tu película? ¿Piensas seguir en esta dirección?
Todo es mucho más fácil con la tecnología digital y su uso generalizado no siempre lleva a grandes resultados artísticos. La gente graba cada vez más e Internet ha provocado casi un estado de histeria en el ámbito de la auto-promoción. Esta exaltación de la comunicación me dio la idea de hacer una trilogía sobre los diarios audiovisuales. Aparte de A Letter to My Father, he rodado (y estoy montando actualmente) dos películas más con la estructura de un diario. La primera es Mitch, el diario de un esquizofrénico, que sigue a un amigo mío a lo largo de su estancia de tres años en un hospital psiquiátrico, y es una mezcla entre documental y animación. La tercera parte de la trilogía es Brandy Diaries, una película en la que acompaño un sonido de fondo ya grabado con vídeos experimentales.

A Letter to My Father es una de las películas croatas independientes, razón por la cual no fue proyectada en Arena. ¿Cuál es un buen canal de distribución?
Creo que las salas cinematográficas son el hábitat natural de mi película. Intentaremos hacerlo con la red de exhibición croata y, si todo va bien, con la regional. Es una película artística, pero con un tema universal y un sentido del humor mediterráneo. Es lo contrario de las grandes superproducciones, así que intentaremos atraer al público que quiere algo distinto. Tras la distribución en cines, no hay obstáculos para la televisión, el VoD o Internet. Lo peor que puede pasar es que nadie la vea.

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