email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

Ado Arrietta • Director

“La realidad no me gusta nada”

por 

- El cineasta español Ado Arrietta estrena mundialmente, en la sección Las nuevas olas de Sevilla, su última travesura Bella durmiente, una poética, onírica y moderna versión del cuento de hadas

Ado Arrietta  • Director
(© Lorenzo Pascasio)

Ado Arrietta transforma su nombre con cada film que dirige, adaptándolo a su espíritu: ahora, tratándose de la feérica película francesa Bella durmiente [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Ado Arrietta
ficha de la película
]
, qué mejor mutación que convertirse en uno de sus personajes, un hado encantador que la ha presentado, con su refinamiento perenne, en la sección Las nuevas olas del 13 Festival de Sevilla, reservada a los cineastas súper libres, algo que nunca Adolfo Arrieta ha dejado de ser.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)
Hot docs EFP inside

Cineuropa: ¿Cómo te sientes volviendo a Sevilla después de tantos años?
Ado Arrietta:
Vine al primer festival, hace décadas, con Las intrigas de Sylvia Couski, y no era como ahora. En la última década he rodado films documentales que se han proyectado en La Casa Encendida y en la Filmoteca de Madrid. Pero Bella durmiente se estrenará en salas comerciales españolas, en 2017; antes lo hará en Francia: el 28 de diciembre de este año. Estoy por eso acostumbrado al digital, que es comodísimo cuando controlas el encuadre a través de una pantalla grande, donde te das mucha cuenta de por dónde entran los actores, por dónde salen, lo ves como un cuadro y lo compones como una pintura. Yo empecé pintando y lo sigo haciendo con la cámara y la puesta en escena.

Bella durmiente posee un elenco fantástico que incluye a Mathieu Amalric, Niels Schneider e Ingrid Caven, entre otros. ¿Cómo seleccionaste a estos actores?
Vi una foto de Agathe Bonitzer, a quien nunca había contemplado en el cine, y me encantó: sabía que ella tenía que encarnar al hada. Lo mismo me pasó con Niels y supe enseguida que él sería el príncipe: en el guión ese personaje toca la batería y pensé que él no lo haría, porque no es habitual algo así, y resulta que toca divinamente. A Mathieu le había visto en una película, hace tiempo, pero las fotos me las enseñó mi productora Nathalie Trafford (de Paraiso Films) y yo iba eligiendo a los actores. Ellos estaban encantados, pues conocían mi obra, sobre todo Flammes, Tam-Tam y Sylvia Couski, películas muy famosas en Francia.

¿Y cómo fue la elección de los escenarios: esos castillos donde transcurre la acción de la película?
Como la región de Bretaña financió el film, fui viajando por ella en busca de localizaciones: es un lugar mágico y vi unos veinte castillos diferentes y elegí los dos que aparecen en la película. Los actores se compenetraron muy bien con el guión, los personajes y el espíritu de la película, por lo que sus movimientos le salían de forma natural, apenas tuve que darles indicaciones.

¿Por qué esta fascinación tuya por los mundos fantásticos, que ya abordaste en Merlín?
No lo sé: desde pequeño he sido así. Quizás porque soy un soñador y me gusta más el mundo fantástico que el real: desde luego, el mundo real no me gusta nada, en ninguna parte, ni aquí ni en Francia: ¡es un aburrimiento total!

Con esta película, con la que vuelves al cine tras diez años de ausencia, has contado con más medios.
Pero yo me he sentido igual: el dinero no me importa nada, nunca pienso en él. Evidentemente, sirve para algo, como para poder firmar en dos castillos y que haya habido buenos medios técnicos, pero es una cosa que no me influye nada: puedo hacer películas de cualquier manera, con dinero y sin él, nunca noto la diferencia. No me ha faltado libertad jamás.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Lee también

Privacy Policy