29/05/2009 - Réfractaire narra una historia de resistencia en unas minas de la frontera entre Francia y Luxemburgo. El productor luxemburgués Nicolas Steil hace de este modo su debut como director

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Nicolas Steil: Siempre me he preguntado que habría hecho si hubiera vivido la 2ª Guerra Mundial y me hubiera enfrentado a algunas de las cosas por las que pasaron mi padres y abuelos. Así que decidí explorar estas posibilidades haciendo una película sobre un joven de veinte años que se enfrenta a ello y a las distintas actitudes que había en esa época. El dilema real para este joven es terrible, es cómo elegir entre la peste y el cólera. ¿Acepta ser enviado por los nazis al frente ruso, donde tendrá que “luchar en el bando equivocado” y quizás morir, o opta por esconderse en unas minas, donde corre el peligro de morir sepultado y acarrear represalias hacia sus familiares? O, como tercera opción, ¿toma parte activa en la resistencia armada y arriesga su vida cada segundo de cada día?

¿Cómo fue la preparación de la película?
Dediqué muchísimas horas al estudio. Como productor, he desarrollado este proyecto durante los últimos cinco años. Hicimos varias versiones del guión. Hemos estado en contacto con el Consejo Nacional de la Resistencia y hemos trabajado con un historiador especializado, Paul Dostert, que nos proporcionó no sólo libros y documentos, sino también valiosos contactos con gente que vivió en primera persona los hechos narrados en la película. Una de las cosas de las que el guionista Jean-Louis Schlesser y yo nos dimos cuenta mientras entrevistábamos a esta gente fue que el tiempo ha transformado sus recuerdos en algo más aceptable para sí mismos, pero, cuando seguimos excavando, el lado más oscuro de estas historias empezó a emerger poco a poco: falta de higiene, rivalidades, promiscuidad, una constante oscuridad, el miedo a los accidentes en las minas o a ser descubiertos por los mineros. El horror de aquella época comenzó poco a poco a volver a su memoria.

Parte del rodaje tuvo lugar realmente en las minas.
Rodamos parte de la película en las minas y en algunas galerías que habían estado cerradas al público durante mucho tiempo, casi desde el final de la guerra. Había que hacer algunas obras para que estas zonas fueran seguras para el reparto y los técnicos, pero, a pesar de todo, en un par de ocasiones nos cayeron bloques de piedras, aunque afortunadamente nadie se hizo daño. El rodaje tuvo lugar en una zona a la que se llegaba 45 minutos después de entrar en la mina, por lo que antes hicimos unos ensayos en una fábrica, donde hicimos unas marcas en el suelo. Entonces, nos trasladamos a la mina, yendo al subsuelo durante doce horas al día, ya que no resultaba práctico volver a la superficie para comer, ya que se tardaba mucho tiempo en entrar y salir. Por esto, más aún que en otros proyectos, era importante que el ambiente durante el rodaje fuera bueno, ya que no había manera de abandonar el plató. Por fortuna, fue así.

¿A qué público se dirige la cinta?
Quería hacer una película para un público joven y aficionado al cine. Como el protagonista es joven, espero que estos espectadores se pregunten que habrían hecho en una situación similar. Quizás tenga algo que ver con el hecho de que, cuando tenía esa edad, estaba convencido de que habría tomado la elección adecuada. Así que es una pregunta interesante.