05/09/2009

“Creo que hoy día el cine gay serio ha salido del armario y puede considerarse aceptado. En cualquier caso, me alegraría que no se dijese que Il compleanno [+lee también:
tráiler
ficha de la película] es una película de cine gay, ya que, si en lugar de sentirse atraído por David, el protagonista Matteo lo hubiera hecho por una chica, los diálogos y el sentido de la película hubieran sido los mismos”. En un periodo en que se suceden los incidentes violentos de raíz homófoba, Marco Filiberti presenta en Venecia Il compleanno, un melodrama contemporáneo inspirado claramente en el cine de Douglas Sirk y en Muerte en Venecia, de Luchino Visconti.

La historia gira en torno a un hombre culto y racional, además de realizado, que se ve sacudido por una inexplicable pasión hacia el hijo de un amigo. Esta producción de Zen Zero S.r.l. y Ateliers d'écriture Evian éQuinoxe 2007 al Royal Evian Resort es el segundo largometraje del realizador, seis años después de Poco più di un anno fa.

En Venecia, forma parte de la sección Controcampo Italiano, donde será proyectada el 8 de septiembre. Los protagonistas, cuyas vidas cambiarán a lo largo de un verano en la localidad costera de Sabaudia, están interpretados por Massimo Poggio, Maria De Medeiros, Alessandro Gassman, Michela Cescon, Christo Jivkov, Piera Degli Esposti y el debutante Thyago Alves.

Cineuropa: ¿Cómo ha nacido este proyecto, que parece un auténtico homenaje a los melodramas de Sirk?
Marco Filiberti: La idea nace de dos elementos principales. En primer lugar, la luz como elemento visual pero no revelador, que no se deposita sobre un elemento para que emerja la realidad, sino para cegar y conducir a una repentina epifanía. En segundo lugar, la lectura del mito de Tristán e Isolda a través de Schopenauer y Wagner, del cual me interesa lo inevitable. Existen aspectos de la vida que conllevan la posibilidad de elegir, mientras que otros, como la muerte, la enfermedad o una revelación, despiertan en nosotros cosas que no habíamos percibido porque no estábamos preparados para ello. En Il compleanno, el motor de la acción es la llegada de David, que lleva señales que desorientan a Matteo. En cuanto al homenaje a Sirk, he deseado recuperar de modo explícito el lenguaje del melodrama. No puedo dejar de lado este lenguaje, que abandona el realismo para transfigurarlo.

¿Cuál es el núcleo de la película?
Es un estudio de las sombras, de las cuales surgen tres elementos prohibidos unidos entre si. El primero es el amor total de un adulto casado que descubre un amor homosexual fuera de todo control. El segundo es el de Leonard (Jivkov), que vive con una gran herida y sufre de depresión crónica. El tercero es el de Giuliana, la paciente que no quiere a su hija. Entre todos, el primero tiene un papel más importante, mientras que el resto forma parte de un juego especular.

La película habla de un amor homosexual escandaloso, en un momento en que las noticias están llenas de sucesos de violencia homófoba.
Al final de la película hay una escena de sexo bastante fuerte, pero no está hecha para agradar. No desde luego para excitar los bajos instintos del público, sino para respetar la evolución del protagonista. No podía evitar mostrarla y espero que nadie salga del cine hablando sólo de ella. Con respecto a los sucesos de violencia, me gusta luchar por mis ideales pero me horroriza instrumentalizarlos y por desgracias la violencia existe, pero no sólo contra los homosexuales, sino también contra las mujeres, los negros, los inmigrantes y todo tipo de minorías.

¿Estás contento por formar parte de la sección Controcampo?
Sí, es un sección nueva que retoma la creada por Lizzani cuando el cine de autor era fuerte. Creo que habrá mucha atención hacia esta sección, ya que además hay pocas películas en competición. Además, en Venecia presentaremos el libro “Mélo ritrovato”, dedicado a mi película y al melodrama en general.

¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Tengo tres proyectos cinematográficos. En noviembre rodaré “Gli eterni stranieri”, que he escrito en Sabaudia y está ambientado en el mundo de la restauración y la crítica de arte, donde irrumpe un elemento y destruye el ambiente aparentemente apacible. Luego tengo un proyecto sobre la vida de Lord Byron y una comedia sobre el mundo del cine.