12/03/2010

Cineuropa mantuvo un encuentro con Kate Gerova con ocasión del Cartoon Movie 2010, en Lyon, durante el que aprovechamos para preguntarle sobre el mercado de la distribución en el Reino Unido.

Cineuropa: ¿Cómo está la situación en el Reino Unido para las distribuidoras independientes?
Kate Gerova: La situación es bastante difícil. Son muchas las películas estrenadas cada semana, por lo que el mercado está de algún modo masificado. Igual que en otros países, lo más frecuente son las producciones del propio estudio. En mi opinión, sin embargo, por lo menos en Londres y en otras ciudades importantes del Reino Unido, hay mucho movimiento en la escena independiente, así que algunas películas europeas o independientes todavía pueden dar muy buen resultado.

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Los distribuidores tenemos que poner en práctica campañas publicitarias inteligentes y dirigirnos a los cines apropiados. Realmente, hay todavía una buena audiencia para el cine europeo, pero resulta muy complicado hacer que tu película llame la atención entre tantos estrenos. La publicidad y el marketing en el cine es algo bastante caro, y cuesta mucho recuperar más adelante esos gastos de distribución.

¿Cuáles han sido los éxitos más recientes del cine europeo en el Reino Unido?
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¿Cuánto gastáis vosotros, de media, para distribuir una película?
Depende de la película; no es una respuesta sencilla. Con una campaña de pequeñas proporciones el gasto oscila entre £30,000 y £40,000 [€33,000 y €44,000]. Ese sería el gasto mínimo de venta y publicidad. Gracias al UK Film Council [UKFC], que mediante un fondo cubre esos gastos básicos de publicidad, los presupuestos pueden ascender a €80,000 o incluso €120,000. Con estas cifras, la distribuidora puede esperar que se conozca suficientemente su película.

¿Existen algunas tendencias dentro de la distribución? ¿Cómo veis la digitalización de las salas de cine?
Nosotros ya habíamos visto las pantallas digitalizadas porque el UK Film Council financió su lanzamiento. Los del UKFC son bastante activos y querían estar seguros de que los distribuidores pudieran disponer de las salas digitalizadas. La gran amenaza para las distribuidoras independientes son los complejos multicine como Odeon, View y Cineworld, que pagan ellos mismos su digitalización y, por consiguiente, nos obligarán a pagar una tasa adicional.
Cuando una distribuidora estrene una película, tendrá que pagar al cine para que este recupere el dinero invertido en equipos digitales. En cualquier caso, la transición es inevitable ya que cada vez hay más películas en 3D. Creo que será un periodo de transición y de dificultades para el mercado independiente, pues el mundo de la digitalización todavía no es del todo flexible.
Muchos de nuestros estrenos, por ejemplo, son una mezcla de imagen digital y de 35 mm. Nosotros trabajamos con salas de cine pequeñas que todavía necesitan el soporte de 35 mm. Tenemos el coste por copia, el coste digital, y ahora también la tasa adicional por la digitalización. De un modo o del otro, a nosotros cada estreno siempre nos sale bastante caro.