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Milcho Manchevski • Director

Llevando las cosas al siguiente nivel

por 

- Entrevista con el director macedonio, que habla con Cineuropa sobre la idea de unir tres historias en Mothers y los temas que las conectan

Cineuropa: ¿Por qué compusiste la película a partir de tres historias totalmente distintas, de las cuales además una es documental?
Milcho Manchevski: La narración lineal es un poco cansina. Es como una camisa de fuerza que a veces reprime la creatividad. Me interesó la idea de la narración fragmentada y la llevé a cabo en Antes de la lluvia (1994) y Cenizas y pólvora (2001). Ahora quería hacer algo nuevo, donde los vínculos entre los distintos segmentos no fuesen narrativos, sino tonales y temáticos. Opté por un acercamiento austero y espartano. Al principio, puede ser difícil captar las conexiones, pero, una vez que el espectador deja de lado sus prejuicios, la interacción es más satisfactoria y profunda que en una película narrativa, ya que son menos racionales y por tanto más libres. La concepción de Mothers [+lee también:
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se basó en la intuición, no la programación. Me pareció adecuado unir estas tres historias, como en un cuadro de Rauschenberg o una película experimental.

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En la primera historia, ¿cuál es el motivo de Bea para fabricar el intermitente?
La primera historia es... algo que hizo una amiga mía cuando joven. De hecho, las tres historias están basadas en hechos reales. Las mentiras de Bea son un juego para ella, pero también un desafío. Se deja llevar y luego no puede volver atrás.

En la segunda historia hablas sobre la desaparición de las zonas rurales, algo característico de los Balcanes. Algunas zonas parecen sacadas del siglo XIX, mientras que otras son muy modernas.
Algunas partes parecen de la Edad Media, tanto en el aspecto como en el estilo de vida. Me atrae ese estilo de vida, a pesar de todas las complicaciones. Algunos países han trabajado sobre el desarrollo de las zonas más pobres para que la gente se quede. La región de Mariovo, donde rodé esta historia, es magnífica y desierta. Pero las dos grandes plantas hidroeléctricas en construcción cambiarán todo para siempre.

¿Por qué elegiste la historia del asesino en serie para la parte documental?
Me llamó la atención lo ordinario de la maldad. Todas las víctimas eran mujeres de la limpieza jubiladas, viejas y pobres. El hombre que las secuestró, violó, torturó y asesinó las conocía bien, quizás era un vecino con el que compartían cotilleos y bromas. En el documental, una persona dice que “en Macedonia todo el mundo sabe todo sobre los demás en todo momento”. Empiezas a preguntarte si este ambiente claustrofóbico no es más criminal que los asesinatos en sí.

Al margen del aspecto formal de cada historia, el tema principal es claramente la verdad, el modo es que se ve influenciada y es creada, y cómo la percibimos.
Como cineastas, trabajamos constantemente con la verdad. Incluso cuando creamos mundos de fantasía, necesitamos que sean coherentes y realistas consigo mismos. Una imagen fotográfica es tan potente que a veces la confundimos con la realidad. La avalancha de cámaras digitales y la posibilidad de publicarlas instantáneamente en Internet ha hecho complicado hablar sobre el concepto de registro de la verdad. Mothers trata varias facetas de la verdad. ¿Es lo que realmente pasó o lo que creemos que pasó? ¿Qué pasa cuando mentimos y luego empezamos a creer en esa mentira? ¿Y si la realidad empieza a amoldarse a nuestra mentira? En ese sentido, estoy llevando todo más allá, explorando nuestras expectativas y prejuicios, y es por ello que una de las historias es un documental, pero la verdad que encierra es más escurridiza y confusa. En Mothers, la estructura de la película en sí se hace parte del mensaje. Lo que me interesa en la naturaleza de la verdad.

Cada una de las historias está tratada desde el punto de vista de una mujer. ¿Por qué elegiste este acercamiento?
Me vino natural. Ahora que lo pienso, los personajes más fuertes de mis películas son siempre las mujeres. En esta ocasión realmente intenté dejarme ir, ser intuitivo y libre. Tuve la suerte de contar con un gran equipo de apoyo, sobre todo la productora Christina Kallas, [el director de producción] Milan Stojanovic y [el asistente al director] Nikola Ivanovic, así que fue fácil dejarse llevar por el flujo creativo. Resulta que el punto de vista femenino me viene muy bien.

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