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Tomasz Wasilewski • Director

"Lo que importa es la verdad de las emociones"

por 

- El director polaco Tomasz Wasilewski cuenta à Cineuropa la génesis de su segundo largometraje: Floating Skyscrapers.

Tomasz Wasilewski • Director

Cineuropa: Le ha costado ocho años de trabajo llevar a buen puerto Floating Skyscrapers [+lee también:
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. ¿Cambió mucho el guion en todo ese tiempo?

Tomasz Wasilewski: Muchísimo. Si hubiese hecho la película basándome en el primer guion, habría habido otras cosas, otras situaciones y otros personajes. Sería la historia de una mujer de unos cincuenta años, de su hija y de la relación homosexual que mantiene con su otra hija. En fin, una historia totalmente distinta.

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Por qué optó por modificar el guion y centrarse en la relación entre dos hombres?
Por ahora, no me interesa hacer películas socialmente comprometidas. Sin embargo, en este caso en concreto, necesitaba material de peso. El fondo social presente en la película es importante y, sobre todo en Polonia, es lo que garantiza esa cierta pesadez que yo andaba buscando. Creí, en este contexto, que una historia entre dos chicos tendría más fuerza que una entre dos chicas.

La cinta tiene una doble dimensión: por un lado, es una historia universal sobre el hombre en su sentido más amplio y, por otra, una película fuertemente “etiquetada”, puesto que las críticas se han referido a menudo a ella como “la primera película gay de Polonia”. ¿Qué aspecto, a su parecer, prima sobre los demás?
La verdad sobre el hombre. Estoy de acuerdo con las reacciones del público que he podido presenciar tras las proyecciones de la película en festivales. Para ellos, es una obra que habla del amor y el sexo, ya sea entre heterosexuales o entre homosexuales, no tiene importancia. Lo que importa es la verdad de las emociones.

Sin embargo, actualmente hay muchas películas que abordan el tema de la homosexualidad, como La vida de Adèle [+lee también:
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e In the Name of [+lee también:
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, de Malgorzata Szumowska.

Me gusta mucho La vida de Adèle. Que Malgorzata haya hecho su película a la vez que yo hacía la mía es fruto del azar. Mi cine no se calcula o se origina en función de momentos en los que más valga hacer esto o lo otro. No respondo a las necesidades que aparecen en la sociedad.

Los papeles principales no son fáciles. ¿Fue complicado hacer el casting?
Estaba convencido de que Marta Nieradkiewicz era la mejor para ese papel. Somos amigos y la conozco bien pero, además, tiene un talento incontestable. En cambio, encontrar a los chicos sí fue difícil. Tuve que esperar hasta el último día. Llegaron juntos, se conocieron allí y empezaron a interpretar delante de mí. Era justo lo que andaba buscando.

¿Cómo trabaja usted con los actores? ¿Hace muchas repeticiones o deja vía libre a la espontaneidad?
Obligo a los actores a hacer muchas tomas y soy exigente. Ya era así en mi primera película (In a Bedroom [+lee también:
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) con las estrellas del cine polaco y también lo he sido ahora con actores más jóvenes. Tuvimos cinco meses para prepararnos y podíamos repetir las escenas las veces que quisiera. En general, no concibo la producción de una película como un trabajo y trato de que el reparto se involucre en el proyecto tanto como yo.

¿Fue igual de exigente a la hora de trabajar con su director de fotografía, Jakub Kijowski?
Sí. Tenía una visión precisa de lo que debían ser las imágenes que, naturalmente, completó Jakub. Siempre conozco de antemano qué tipo de imágenes me interesa. Respeto mucho el trabajo del director de fotografía. Nunca le dejo el campo totalmente libre pero tampoco le impongo mi visión. Lo que hay que hacer es encontrar un terreno poético común.

En los dos largometrajes que lleva realizados, el agua es un elemento recurrente. ¿Lo pretende?
(Ríe) Usted es la segunda persona que me lo dice. Me sorprende mucho, no es algo intencionado por mi parte, en absoluto. Me gusta lo irracional; soy irracional con frecuencia en mi vida diaria y me gusta que haya algo irracional en el cine.

En cualquier caso, el agua es un símbolo.
Por supuesto. Para Jakub, que es nadador y pasa muchísimo tiempo en la piscina, el agua es el medio más natural, el que le otorga la libertad. Sin embargo, en ese medio se sufre la falta de oxígeno, y, desde que sale del agua, todo le asusta en el mundo real y en la vida cotidiana.

¿De donde proviene el título: Floating Skyscrapers?
Cuando era un niño, fui con mis padres a Nueva York. Mi padre estaba tomándonos una foto al lado del edificio de la ONU cuando se me ocurrió la idea de rascacielos flotantes, "Floating Skyscrapers". Me dije que haría una película sobre ello, pues desde siempre he querido hacer cine. Ese título volvió a mi mente cuando estaba escribiendo el guion y lo recordé de nuevo en la historia de mis personajes. Se trata, evidentemente, de una metáfora: para mis personajes, es el lugar en el que las cosas saldrán bien.

¿Tiene ya alguna idea en mente sobre la que será su próxima película?
Desde luego. Ya tengo el título: United States of Love. Estoy esbozando el guion, que será un retrato de cinco mujeres tras la caída del comunismo.

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