email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

Radu Jude • Director

"Cuando hablamos del pasado, en realidad estamos hablando de nuestro punto de vista del pasado"

por 

- BERLÍN 2015: El director Radu Jude ha hablado con Cineuropa sobre su último trabajo, Aferim!, presentado en la competición oficial de la Berlinale

Radu Jude  • Director

Radu Jude ha presentado su tercer largometraje, Aferim! [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Radu Jude
ficha de la película
]
, en la competición oficial de la Berlinale. Esta drama de época rodado en blanco y negro, algo inusual en una producción rumana, explora las ideologías y problemas de la Rumanía del siglo XIX. Cineuropa ha hablado con el director y guionista sobre la estética y el tema central de la película.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

Cineuropa: Hoy día, los directores prefieren rodar en digital. ¿Qué te ha llevado a rodar con película y en blanco y negro?
Radu Jude: El director de fotografía Marius Panduru y yo decidimos que la película tendría que ser en blanco y negro por nuestro deseo de subrayar el hecho de que es una reconstrucción. Queríamos que el público comprendiese desde el inicio que estaban viendo una reconstrucción subjetiva, cuidadosamente elaborada, pero una reconstrucción en cualquier caso. Probamos distintas maneras: una cámara digital, una película en color y dos tipos de película en blanco y negro. Comparándolas, nos dimos cuenta que una de las películas en blanco y negro, en concreto, Kodak Double-X, era la más expresiva y la más adecuada para el proyecto. 

La información sobre la esclavitud de gitanos ha sido eliminado de la historia oficial publicada durante el régimen comunista en Rumanía. ¿Qué problemas has encontrado a la hora de documentar el año 1835 y este tema en particular?
No es un tema sobre el que falte información. Hay muchos estudios, crónicas y archivos que describen la esclavitud de gitanos. Además, nuestro principal asesor histórico, Constanţa Vintilă-Ghiţulescu, nos ayudó enormemente con más obras de interés. No puedo decir que hayamos encontrado grandes problemas, pero el pasado se ha perdido, así que sólo podemos acceder a una cantidad limitada de información. A partir de ahí, lo único que podemos hacer es crear una imagen lo suficientemente cercana del pasado.

Desde luego, el riesgo mayor, y es algo sobre lo que hemos avisado al público mientras hacíamos la película, es olvidar que se trata de un proceso de interpretación. Interpretamos todo, desde la realidad que sentimos a través de nuestros sentidos y nuestro cerebro, lo cual incluye lógicamente la historia. En este sentido, recomiendo la instalación creada por Anca Benera y Arnold Estefan, Pacta sunt servanda (http://www.arnoldestefan.ro/art-projects/-pacta-sunt-servanda/). Esta obra muestra cómo el mismo hecho histórico, el tratado de paz de Trianon, es presentado de forma distinta por los libros de historia de Rumanía y Hungría. Se trata de que cuando hablamos del pasado en realidad estamos hablando sobre nuestro punto de vista del pasado. Espero que esta perspectiva esté clara en mi película y que el cinéfilo se dé cuenta.

Los hechos representados en la película tienen lugar hace 180 años, pero muchos de los comentarios de los personajes siguen siendo actuales. ¿Has hecho una sátira del presente?
Creo sinceramente en lo que dijo Johan Huizinga: “Analizamos todas las edades por las promesas que hacen para la siguiente”. Mi película trata la relación entre el pasado y el presente, o, mejor aún, sobre la relación del presente con el pasado. 

Los diálogos de la película están aliñados de frases y aforismas tomados de escritores rumanos y extranjeros de aquella época, que incluyes en los créditos finales. ¿Por qué has prestado tanta atención a la cultura popular de entonces?
Empecé a leer los libros del siglo XIX para familiarizarme con la lengua y la mentalidad de la época (que creo que es el tema central de la película). En un momento dado, encontré en las obras de Iordache Golescu una serie de bonitas frases que resultaban perfectas para unas de las escenas de Aferim! Las puse en el guión, que he escrito junto a Florin Lăzărescu, y luego añadimos otras, rellenando la historia de modo gradual con citas de obras literarias de aquella época. Era además una declaración de amor hacia la lengua rumana y una manera de subrayar la naturaleza de “construcción artificial” de la película.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

(Traducción del inglés)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Lee también

Privacy Policy