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Kjersti G. Steinsbø • Directora

"Espero conseguir que el espectador se haga preguntas, incluso que se cuestione a sí mismo"

por 

- Cineuropa entrevista a la directora noruega Kjersti G. Steinsbø, que presenta su primer largometraje, Hevn (Revenge)

Kjersti G. Steinsbø  • Directora

Hevn (Revenge) [+lee también:
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entrevista: Kjersti G. Steinsbø
ficha de la película
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, título original del primer largometraje de la directora noruega Kjersti G. Steinsbø, coproducida por Noruega y Canadá, anuncia ya el tono del film, pues la palabra noruega "hevn" quiere decir "venganza". Las películas de venganza no son pocas en el panorama mundial, por lo que no nos cuesta imaginar este tipo de narrativa en el país nórdico. Así y todo, tenemos razones para sentir curiosidad por descubrir la forma que tomará esta venganza. El título provisional, The Doll in the Ceiling —nombre también de una obra literaria— añadía aún más misterio.

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Cineuropa: Hevn (Revenge) está basada en un libro noruego.
Kjersti G. Steinsbø: Sí, la productora Kristine Knudsen se puso en contacto conmigo para escribir y dirigir una película inspirada en la novela The Doll in the Ceiling, del escritor noruego Ingvar Ambjørnsen. Al principio no sabía si aceptar o no, pues la atmósfera del libro es muy siniestra y, en mi primera película, yo quería contar una historia más ligera. Finalmente acepté porque la heroína del libro, Rebekka, me pareció fascinante.

¿Es ella una justiciera solitaria?
No del todo. Rebekka es solitaria, pero, en materia de venganzas, es una aficionada. No tiene nada del justiciero profesional. Es inteligente, manipuladora por momentos, firmemente decidida a vengar a su hermana; pero se va viendo obligada a modificar sus planes, incluso a improvisar, y no solo debido a las circunstancias. Es una anti-héroe de personalidad compleja. Tiene en sí misma partes de oscuridad, un lado turbio realzado por su apariencia andrógina; además, su apodo es Andrea. Es por todo esto que, para interpretarla, elegí a Siren Jørgensen, una cara nueva, una actriz con talento, capaz de inspirar simultáneamente confianza y desconfianza. La acompañan en la película actores muy conocidos entre el público noruego, por ejemplo Frode Winther en el rol de Morten, el encargado del hotel. 

¿Fue fácil escribir el guión?
Pues la verdad es que no. Me han hecho falta dos años. Me costaba distanciarme de la novela, por respeto y admiración hacia Ambjørnsen, y sin embargo él me había dado libertad absoluta. No contemplaba la posibilidad de conservar los monólogos originales, así que el film dedica menos espacio a los pensamientos de Rebekka y su vida interior. En cambio, he procurado crear un universo realista trasladando la historia a Fjærland, una región en la parte occidental de Noruega que conozco muy bien. Para que este cambio funcionase, he tenido que crear nuevos personajes, como Bimbo, el barman del hotel, que interpreta Anders Baasmo Christiansen, y también he buscado figurantes de la región, como, por ejemplo, los miembros de un auténtico club de moteros. Algunas escenas son duras por su intensidad, pero el rodaje, que ha durado seis semanas, se ha desarrollado en un ambiente alegre y distendido, en el mismo hotel en el que el equipo se alojaba. Un equipo maravilloso, tanto los actores como los técnicos.

La película provoca en algunos momentos un sentimiento de malestar; se siente uno desestabilizado.
Creo que esta incomodidad propicia una reflexión, no solo sobre Rebekka y su proyecto, sino también sobre uno mismo. Espero conseguir que el espectador se haga preguntas, incluso que se cuestione a sí mismo; las películas de venganza pueden despertar en nosotros sentimientos primitivos, reacciones instintivas: nos alegra, por ejemplo, que el malo sea castigado. ¿Quién no ha sentido la necesidad de vengarse, o por lo menos de tomarse una revancha?

Normalmente todo eso se queda en deseo, en veleidad.
Exacto, porque pasar de lo virtual a lo real, de lo imaginado a la acción concreta, no es sencillo ni fácil. ¿Dónde está el límite, cuándo hemos ido demasiado lejos? ¿Qué haría yo si fuera Rebekka? Se ha dicho muchas veces que el fin justifica los medios, pero, ¿somos realmente conscientes de las consecuencias de nuestros actos, de los daños colaterales, de los resultados de poner en marcha dinámicas que necesitan de la mentira y la obcecación, de la mala fe y la hipocresía? Esta problemática me parece apasionante. En la película doy algunas pistas, pero creo que corresponde al espectador reflexionar y sacar sus propias conclusiones.

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(Traducción del francés)

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