01/12/2015 - Dancing with Maria, de Ivan Gergolet, es el fascinante retrato de la bailarina argentina María Fux y ha sido seleccionada para los premios del cine europeo

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entrevista: Ivan Gergolet
ficha de la película] es el primer largometraje documental de Ivan Gergolet. Este fascinante retrato de la bailarina argentina María Fux ha sido seleccionado para los premios del cine europeo (EFA, por sus siglas en inglés), que se otorgarán el 12 de diciembre en Berlín. Le preguntamos cómo vive esta candidatura, teniendo en cuenta que Italia nunca ha triunfado en esta categoría y que sólo Gianfranco Rosi podía presumir hasta hoy de una nominación italiana a la mejor película documental. “La nominación al EFA ha sido totalmente inesperada”, confiesa el director, “y la vivo junto con el resto del equipo con alegría y orgullo. Es un resultado importante para Italia y para los otros dos países coproductores, Eslovenia y Argentina. Yo nací y crecí en Italia, mi lengua materna es el esloveno y buena parte de mi familia vive en Argentina, adonde mi tía emigró en los años 30. Esta película encierra mucho de lo que es mi identidad”.

Cineuropa: La cinta se pensó al principio como un documento privado. ¿Cómo se desarrolló el proyecto?
Ivan Gergolet: Esta película nació durante un viaje a Buenos Aires en febrero de 2010. Yo acompañaba a mi mujer a un seminario de María Fux. Antes de partir, ella me dijo que llevara la cámara para entrevistar a María como recuerdo de aquel viaje. Yo no tenía ninguna ambición en aquel momento, más allá de hacerle un regalo a mi esposa y la curiosidad de conocer a aquella bailarina anciana. Mostré el material al productor Igor Princic, quien decidió mandarme de vuelta a Buenos Aires para preguntar a María Fux si estaría de acuerdo con participar en el proyecto de una película. En los tres años siguientes, llevé a cabo numerosos viajes en los que pasé largos periodos filmando el trabajo de María. Nunca habría podido imaginar que algunos fragmentos de aquella entrevista hecha por mi mujer habrían formado parte de una película nominada a los premios del cine europeo.

En tu opinión, ¿está creciendo en Italia la consideración por el cine documental, ahora que también se selecciona en las competiciones de los festivales (Venecia, Roma), tradicionalmente reservada a la ficción? En muchos países europeos, en realidad, los documentales tienen una mayor visibilidad que en Italia, donde rara vez llegan a los cines.
Las distribuidoras y las salas de cine aún desconfían del cine documental en Italia, si bien ahora mismo el público, paralelamente, está empezando a conocerlo mejor. También quienes no suelen ir a festivales se dan cuenta de la fuerza que puede imprimir una película documental desde la gran pantalla. Me gusta pensar que también Dancing with Maria habrá contribuido con su pequeña parte para esta nueva concienciación.

No sé si te gusta el término docufiction. En cualquier caso, en tu película hay una aproximación muy “cinematográfica” que la vuelve más intensa. ¿Cómo te acercaste a esta bailarina de 92 años, cuyo arte parece dotado de una cualidad taumatúrgica, capaz de cambiar la vida de la gente?
No creo que Dancing with Maria sea una docufiction porque en la película no hay nada preparado, si exceptuamos el encuadre final del film. Otra cosa es la aproximación “cinematográfica” que dices tú. Probablemente habría sido más fácil hacer un biopic para la tele pero siempre quise hacer esta película para la gran pantalla, tratando de retratar a la María Fux de hoy, en su presente de bailarina y pedagoga. Así, traté de integrarme lo más posible en su estudio para filmarlo desde dentro: era el único modo de capturar aquella dimensión taumatúrgica de su arte.

¿Qué te ha dejado esta experiencia desde el punto de vista humano?
Hacer cine significa atravesar con todo mi ser el mundo que quiero filmar. Al mismo tiempo, sin embargo, también yo me dejé atravesar por María, por su trabajo y por las personas que conocí. Pude ver la realidad a través de los ojos de una artista excepcional y ésta es una experiencia que te marca profundamente.

En una era de imágenes cada vez más presentes y “fuertes”, ¿fotografiar los cuerpos y llevarlos hasta el espectador se hace cada vez más complicado?
Filmar el cuerpo no es tanto una cuestión fotográfica o estética cuanto ética. Ese es el terreno de encuentro con el espectador. Yo he intentado interiorizar en mi cámara la mirada que María posaba sobre los cuerpos de las personas que bailaban con ella. A menudo, eran cuerpos muy parecidos al suyo: viejos, heridos e imperfectos pero que rezumaban vida en cada gesto.

(Traducción del italiano)