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László Rajk • Diseñador de producción

El hijo de Saúl es el comienzo de un nuevo lenguaje cinematográfico”

por 

- El diseñador de producción húngaro László Rajk habló con Cineuropa en el Visegrad Film Forum de 2016 sobre su último trabajo: recrear Auschwitz para, la aclamada por la crítica, El hijo de Saúl

László Rajk  • Diseñador de producción
(© Visegrad Film Forum)

El húngaro László Rajk, diseñador de producción y arquitecto en ejercicio, visitó el Visegrad Film Forum en Bratislava para hablar de cómo jugar con la perspectiva. El último trabajo de Rajk es patente en el filme ganador del Óscar a mejor película extranjera en 2016, El hijo de Saúl [+lee también:
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de László Nemes. Trabajó con Béla Tarr en El caballo de Turín [+lee también:
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, y también trabajó en la última película de Ridley Scott, Marte. Cineuropa se sentó con él para hablar de su trabajo en El hijo de Saúl y la necesidad de un nuevo lenguaje cinematográfico.

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Cineuropa:¿Cómo te preparaste para diseñar el espacio en El hijo de Saúl?
László Rajk: Antes de trabajar en El hijo de Saúl, diseñé una exhibición en el Museo de Auschwitz; así que ya tenía claro cómo iba a enfocarlo. Pude ponerme a trabajar en la película, con este extraño lenguaje cinematográfico, de inmediato. Personalmente, estoy convencido de que El hijo de Saúl es el nacimiento de un nuevo lenguaje cinematográfico, donde el espacio se describe con figuras humanas y su movimiento. Y lo que es más importante, el espacio se describe con ruidos, así que el diseño y la mezcla de sonido juegan un papel muy importante. Ya hemos visto películas como ésta, pero en este caso, lo tienes desde el primer minuto hasta el último. Por eso lo llamo un nuevo lenguaje cinematográfico, porque las personas no ven el espacio, lo entienden, y esto es algo muy interesante. 

Probablemente consultaste algunos planos, ¿verdad?
El estudio ya estaba hecho. Invité a varios historiadores de la exhibición al set, así que el equipo estaba listo y el experto en historia estaba allí con nosotros. De todas maneras, tengo que decir que es muy raro, en este tipo de producciones, conocer a personas tan ilustradas como el director de fotografía Mátyás Erdély y el director László Nemes, que son muy cultos, con tanto conocimiento de historia. László se basó en el llamado “Scrolls of the Sonderkommando” para escribir la película. La gente escribía diarios y los escondía en latas o botellas y luego las enterraban en las inmediaciones del crematorio. Fueron descubiertas hacia el año 1962 y publicadas en los años 70. László encontró estos diarios cuando estaba rodando El hombre de Londres de Béla Tarr, en Córcega. 

¿Sabías desde el principio que el espacio iba a estar limitado por los bordes del fotograma?
He trabajado en todas las películas de László, y consideraría una de ellas, With a Little Patience, el laboratorio experimental de El hijo de Saúl. Puedes ver que se ha utilizado exactamente el mismo estilo, excepto que la cámara está montada en un dolly en lugar de estar sujeta manualmente, que crea más emoción que el dolly. Por lo demás, es muy similar. Ya hemos visto esas técnicas con la cámara enfocando al protagonista y el resto del plano desenfocado; pero hacer esto durante toda la película es interesante.

¿Tuviste esto en cuenta cuando diseñaste los decorados?   
Parece que no puedes ver el decorado, ya que solo puedes vislumbrar algunos fragmentos, pero cuando tienes en cuenta el movimiento de la cámara, lo ves todo. Así que se tenía que hacer todo, no podíamos ahorrar dinero en cosas que no se ven, porque se ve todo. Puede que esté desenfocado en algunos momentos, pero luego el protagonista pasa por al lado y tienes la oportunidad de verlo con todo detalle. Tuve dificultad a la hora de saber qué tamaño tenían que tener las cosas y eso fue nuevo para mí. Conoces el espacio, conoces su estructura y cómo está conectado, pero no sabes lo grande que es en realidad. Ni yo mismo habría podido decirlo con antelación: “No os pongáis nerviosos, chicos, nadie verá que estos espacios son pequeños”, y son mucho más pequeños en la realidad. Nunca lo habría dicho durante el rodaje. Pero cuando vi el resultado, me sorprendí al ver que ni yo podía ver si algo medía 10 x 5 o 100 x 60 metros. Y esto es muy interesante: entiendes la lógica del espacio, pero no su tamaño. 

Has mencionado que siempre lees los guiones para encontrar algo de información y utilizarla como punto de referencia. ¿Qué información crucial encontraste en el guion de El hijo de Saúl?
El funcionamiento del crematorio. Pero fui yo quien dio la descripción para que todo el mundo fuera capaz de pensar en movimientos y en cómo trabajar alrededor del crematorio, el vestuario, la cámara de gas, el ascensor, etc. Diría que nosotros le proporcionamos al guionista todos esos aspectos técnicos de cómo funcionaba. Así que, en este caso, ha sido al revés: se podría decir que los decorados estaban listos cuando empezaron a escribir el guion.

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(Traducción del inglés)

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