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Agustí Villaronga • Director

"Se trata de una historia fascinante de supervivencia"

por 

- Agustí Villaronga estrena su nuevo y pasional film, Incierta gloria, una adaptación de la dramática novela clásico de la literatura catalana

Agustí Villaronga  • Director
(© Lorenzo Pascasio)

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- de Agustí Villaronga. El cineasta mallorquín charla en Madrid, amigablemente, con Cineuropa de su nueva película. 

Cineuropa: Incierta gloria es un encargo de la productora Isona Passola (Massa D´Or Produccions), pero supongo que algo de ti habrás inoculado al film…
Agustí Villaronga: Sí, claro, cuando ella me lo propuso le dije que era un entorno de época parecido a Pa negre, que acababa de estrenar, así que preferí coger aire con El rey de La Habana [+lee también:
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 y después rodar Incierta gloria. Me gustó el reto de adaptar una novela de más de mil páginas; ésa fue la preocupación principal, además de que contenía unos personajes que me encantaban: por un lado los más jóvenes, fuera de su entorno normal, ubicados en medio de un desierto, en un frente muerto; y luego estaba el personaje de la Carlana, que me fascinaba, una mujer que defiende su tierra y a sus hijos. Se trata de una una historia de supervivencia fascinante.  

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Con Isona Passola trabajas por quinta vez.
Sí, hemos hecho cuatro largometrajes y un documental sobre Rosa Novell: somos un matrimonio profesional bien avenido en estos mundos que compartimos, pero luego hay otros más míos, como El mar, que no compartimos tanto. Ella muchas veces me decía que veía mis películas y le apetecía traer mis historias a terrenos más cercanos, como la postguerra en Mallorca, con referentes claros en los que me muevo fácilmente.

Me ha gustado mucho esa femme fatal que es la Carlana.
Sí, es la mujer araña. Un personaje muy atrayente, a lo Bette Davis: alguien que no es lo que parece, pues tiene mucho escondrijo, por eso lo abordo tratando de crear suspense y dándole una dimensión de heroína a alguien que no tendría por qué serlo, pero que acabas entendiendo. Defiende lo suyo y ha pasado por cosas tremendas: para ella la guerra será una manera de aprovecharse de la situación.

En la adaptación cinematográfica has eliminado un personaje central, llamado Cruells, de la novela original.
Si añadía tantos personajes, los demás perdían terreno, por eso me he centrado sólo en cuatro. Pero alguna característica de aquel personaje que nombras se lo he añadido al de Soleràs, que interpreta Oriol Pla. Era un rol que hacía que hubiera mucha disquisición intelectual, algo que en cine queda farragoso: en una novela puedes parar de leer y pensar sobre ello, pero en cine no.

La actriz Núria Prims vuelve al cine con Incierta gloria.
Llevaba ocho años sin ponerse delante de una cámara. Yo era amigo de su pareja de antes, y pensé en ella, pero estaba retirada: la llamé y me dijo que la hacía porque era yo el director, y además se acaba de leer la novela; cuando leyó el guión, con ese papel bombón de la Carlana, dijo el sí definitivo. Estoy muy contento con el trabajo que ha hecho: su personaje no tiene que ver con ella, pues es medio hippy, buena persona e insegura.

El asunto de la violencia física y psicológica es una constante en tu cine.
Lo que más valoro en la gente es la bondad, por encima de la inteligencia, pero dramáticamente no da mucho de sí; en cambio, ver situaciones tremendas, con conflictos de ese tipo, lo encuentro más interesante.

La pérdida de la inocencia también es otro tema recurrente en tu filmografía.
Sí, es cierto que está en todas mis películas, pero porque lo llevan consigo las historias que adapto, pues yo dejé de ir con un guión mío debajo del brazo a las productoras, porque veía que no había nada que hacer. Lo último que he rodado han sido encargos, pero es verdad que ese tema del paso a la madurez, interrumpido por algo externo como una guerra, sí es una constante mía.

¿Hay mucha postproducción en el film?
Sí, muchos efectos especiales, pero no de tiros ni bombas, sino empleados al reconstruir la época, como la parte del film que transcurre en Barcelona, pero apenas se notan. Fue un rodaje muy agradable, haciendo mucha piña con el equipo, metidos en Los Monegros durante seis semanas, en lugares donde no había ni bares. 

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