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Aslı Özge • Directora

Estilo, espacio y serendipia

por 

- German Films entrevista a la cineasta de origen turco y afincada en Alemania Aslı Özge, que recientemente ha dirigido All of a Sudden

Aslı Özge • Directora

“Si quieres decir algo sobre las personas, tienes que entender su cultura. Los valores difieren de un país al otro; eso afecta a los juicios de valor y a los comportamientos. Y, para comprender un lugar, hay que pasar tiempo en él. Llevo ya 15 años viviendo en Alemania, así que me sentía lista para hacer una película aquí”.

Aslı Özge se refiere a All of a Sudden [+lee también:
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, su tercer largo como guionista y directora y el primero ambientado en Alemania, tras Men on the Bridge [+lee también:
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(2009) y Lifelong [+lee también:
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(2013), ambos rodados en su Turquía natal. El Festival de Cine de Estambul ha reconocido sus dotes en repetidas ocasiones: su debut como directora (realizado después de varios cortos y documentales) fue premiado con el Tulipán de Oro a mejor película turca, su segundo largo ganó en las categorías de mejor dirección y mejor dirección de fotografía, y el tercero se llevó el premio FIPRESCI. Sin embargo, es evidente que su trabajo también tiene atractivo internacional: después de ser proyectadas como Panorama Special en la Berlinale, Lifelong y All of a Sudden viajaron por todo el mundo. 

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“Me gusta asumir riesgos”, explica Özge, “así que hago algo diferente cad vez. Dicho esto, creo que mi estrategia general y mi manera de mirar las cosas se mantienen relativamente constantes. De hecho, ahora me he dado cuenta —aunque solo gracias a mirar en retrospectiva— de que todas mis películas tratan, en uno u otro sentido, sobre estar atrapado, sobre no poder ir a ninguna parte. No es que haya elegido un motivo particular; nunca he hecho tal cosa. Simplemente sigo mis instintos; observo la vida diaria y sigo imágenes, momentos o situaciones que me cautivan”.

Men on the Bridge surgió de ver a los vendedores callejeros ofreciendo rosas entre la contaminación del tráfico. El contraste entre las rosas rojas y el polvo fue lo que me llevó a hacer esa película. En el caso de Lifelong, tenía en mi mente la imagen de una pareja que vive junta en una caja de cristal y evita todo conflicto, sin discutir ni hablar nunca de sus problemas. En cuanto a All of a Sudden, leí sobre la muerte de una mujer en la prensa, y acto seguido me quedé obsesionada con una pregunta: ¿y si un desconocido se muriera de repente a tu lado? ¿No cambiaría eso toda tu vida?” 

Es muy pertinente que Özge comente que sus películas han girado hasta el momento en torno a personajes que se sienten atrapados o sofocados de alguna manera: las tres películas hacen gala de un agudo sentido del tiempo y el espacio, ya sea topográfico o arquitectónico. Ya estén ambientadas en Turquía o en Alemania, cada una es a un tiempo plenamente convincente y vívidamente evocadora. 

“Como quiero que el público experimente los lugares de la película casi como si hubieran estado allí ellos mismos, la localización principal, ya sea una casa o una ciudad, se convierte en un personaje en mis películas. Nuestras vidas se ven afectadas por el lugar en que vivimos, y me gusta reflejar eso en la pantalla. Los lugares pueden convertirse en obstáculos: cruzar el puente del Bósforo durante dos o tres horas en un atasco da la impresión de estar pasando por el ojo de una aguja”. 

“Trabajo junto con Emre en todas mis películas desde una fase muy temprana. Nuestro punto de partida siempre es el contenido: intentamos encontrar localizaciones que reflejen como se sienten los personajes. Por ejemplo, en All of a Sudden, queríamos una localización que sugiriera el sentimiento del protagonista de estar atrapado, así que buscamos una ciudad rodeada de montañas; dicho en otras palabras, es como si él no pudiera decir dónde está su futuro. Pero también trabajamos en construir una paleta de colores para todos los elementos del diseño del film: el vestuario, los muebles, etc. Lifelong trataba sobre una pareja cuyos miembros están aislados el uno del otro, así que elegimos colores gélidos: azul y gris. Y, para evocar sentimientos de pérdida y melancolía en All of a Sudden, nos decantamos por tonos otoñales. Evitamos el azul por completo, para que lo que predominara fuera una armonía de rojos, amarillos y marrones”.

Es evidente que Özge prepara sus películas de manera meticulosa. Cuando escribe un guion, pone mucho cuidado en no revelar demasiado —“Prefiero que las cosas no sean demasiado explícitas, dejo espacio para que los espectadores traten de adivinar qué está pasando y por qué, para que hagan sus propios juicios sobre los personajes”—, y luego, después de lo que puede ser un largo proceso de casing, le gusta hablar con los actores sobre los personajes y sus historias de fondo en profundidad. Dicho esto, Özge también reconoce el valor de la serendipia y la sorpresa.

“Nunca me enamoro tanto de un guion como para creer que no pueda mejorarse. Por eso me gusta dejar espacio para aprovechar las sorpresas, las improvisaciones, las coincidencias, los percances, incluso, que puedan suceder durante el rodaje. Pero, además, no doy un guion completo a ninguno de los actores: solo saben lo que sus personajes saben, de modo que no pueden predecir que harán o dirán los otros actores. De esta manera, se consiguen interpretaciones más verosímiles. Además, no solo me gusta sorprender al espectador, ¡también me gusta sorprenderme a mí misma!”

En colaboración con

 

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(Traducción del inglés)

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