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Arnaud & Jean-Marie Larrieu • Cannes 2005

Peindre et faire l’amour : los deseos, de la oscuridad a la luz

por 

Con Peindre et faire l’amour [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Arnaud & Jean-Marie Larrieu
entrevista: Philippe Martin
ficha de la película
]
, los hermanos Larrieu perseveran en su visión del cine anclada en el cotidiano y bañada por la naturaleza. Temas muy distantes de los sunlights de Cannes que no afectan en una pulgada la calma imperturbable de los dos cineastas de los Pirineos.

El renacimiento de la pareja liberada de las contingencias de la vida citadina y profesional, es la idea conductora del guión de Peindre ou faire l’amour?
Jean-Marie Larrieu: El título de la película es en sí mismo un programa destinado a nuestros dos personajes centrales (Daniel Auteuil y Sabine Azéma). ¿Qué pasa cuándo la vida social se detiene? Todas las grandes cosas, el deseo, el sexo, el amor…, queríamos que las sintieran personajes bastante comunes. Viven acontecimientos fuertes, en particular, la oscuridad y los sobrepasan como Morfeo. No son héroes, pero a la gente común y corriente también le suceden cosas excepcionales.

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La naturaleza desempeña un papel esencial en su película. ¿Cómo desearon filmarla?
Jean-Marie Larrieu: los paisajes son grandes cuerpos desnudos que se atraviesan. El desnudo, es la vulnerabilidad, la intimidad. Y eso se incorpora a uno de los temas de la película: las “primeras veces” que nos llegan a todos y que se producen también a nivel de los ciclos y de las estaciones.
Arnaud Larrieu: es necesario tener en cuenta que el objetivo de la película era volver eróticos los paisajes con el recorte. El proyecto se escribió para los Pirineos pero por cuestiones de producción, nos encontramos en el Vercors. Pero basta con detenerse en alguna parte, caminar un poco y una ficción se anima.

La primera parte del relato es más convencional, la segunda más transgresiva. ¿Es una estrategia? Jean-Marie Larrieu:seguimos la cuesta natural de las cosas, hasta donde puede ir el encuentro de dos parejas. No es una película astuta, ya que la suavidad está presente desde el principio con un lado muy abierto. Simplemente son parejas burguesas que cenan juntos y toman aperitivos.
Arnaud Larrieu:La pareja Auteuil-Azema es un poco anticuada, entonces eligen a un ciego, pero no habían previsto que leyera los pensamientos. En la segunda parte de la película, los deseos acceden a la luz mientras que ellos estaban en la oscuridad.

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