31/01/2006

El teatro fue el primer amor de Nuno Lopes, pero en su país de origen el nombre de este actor de 27 años sigue indisociable de los programas de humor en que participó en la televisión, donde componía personajes burlescos y satirizaba a varios participantes de "reality shows". En la gran pantalla, le vimos en Peixe Lua de José Álvaro Morais y en António, um rapaz de Lisboa de Jorge Silva Melo, antes de su primera experiencia en el extranjero, Ma Mère [+lee también:
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ficha de la película] de Christophe Honoré. Su interpretación en Alice [+lee también:
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entrevista: Marco Martins
entrevista: Nuno Lopes
ficha de la película] revela un actor en pleno dominio de su contención dramática, como nunca lo habíamos visto antes.

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Cineuropa: ¿Porque te ha atraído este tu personaje en Alice?
Nuno Lopes: Mário es un personaje muy rico. Fue un gran desafío para mí porque él está presente del principio hasta al final de la película. La camera le sigue todo el tiempo, lo que exigía una contención y una precisión enormes en mi manera de representar. Después, discutiendo con el director, me enteré de que él quería hacer una película sobre la obsesión, sobre la soledad en una gran ciudad. Son asuntos que me interesaban a mí también.

¿Como has abordado el personaje? Tuviste contactos con la familia del chico desaparecido, ya que la película se inspira en un caso real, ampliamente divulgado en los media?
Sí, y eso fue un momento muy importante en mi preparación. De una determinada manera, ella me enseño que perder a un hijo en ese tipo de circunstancias, es casi pero que la muerte. También hube una preparación intensísima con el director. Hemos reescrito el guión los dos y hicimos muchos ensayos. Quería mucho representar a alguien que estaba buscando, no alguien a punto de quedarse depresivo ni prestes a morirse. Físicamente, intenté quedar lo más cansado posible, he perdido peso y casi no he dormido durante los tres meses del rodaje, todo eso que la fatiga se instalara verdaderamente en mi cuerpo. Pero a nivel psicológico quería enseñar justamente el contrario: quería representar alguien que está luchando.

¿Ese hombre está obsesionado o ese tipo de esperanza activa es todo lo que le resta?
No creo que él se vea como un obsesionado. Si te raptan al niño, no tienes muchas opciones. Mário es un hombre que no cree en el sistema. Él crea entonces un mundo suyo, un sistema alternativo para seguir viviendo y seguir luchando. La obsesión es lo que pensamos sobre él, porque estamos alejados y nunca hemos vivido una tragedia semejante. A pesar de todo, me parece que Mário transmite mucha confianza en el futuro.

¿Como actor ¿qué has aprendido con Alice?
La película fue sobretodo una oportunidad para mejorar la técnica de representación en el cine. Es un lenguaje muy específico, diferente de la televisión y del teatro. Fue un gran aprendizaje porque en mis películas anteriores siempre he tenido muy poco tiempo de rodaje. Nunca me había fijado como el cine podría ser tan importante para mí. Alice me ha dado ganas de seguir mejorando esa técnica y de seguir haciendo cine.

¿Con todos los elogios a tu trabajo, te interesaría hacer una carrera en el extranjero?
Por supuesto. Mi única experiencia internacional en cine hasta ahora fue Ma Mère. Tenía un papel muy corto, pero pude trabajar con Isabelle Huppert. Ahí está una actriz que domina en perfección todas las técnicas de representación en el cine.