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Riccardo Tozzi • Presidente de los productores de la Anica

A la reconquista del cine italiano

por 

Confirmado a título personal por el éxito de las películas producidas con la sociedad Cattleya, Riccardo Tozzi da a Cineuropa un análisis del Séptimo Arte italiano en calidad de presidente de la sección de Productores de la Anica (Asociación Nacional de las Industrias Cinematográficas y Audiovisuales), puesto que ocupa desde junio de 2006.

Cineuropa: ¿Cuál es la situación del cine italiano?
Riccardo Tozzi: La cuota de mercado de las películas italianas en territorio nacional aumenta con regularidad desde el año 2000. Va a seguir mejorando, pues el resultado nace de un conjunto de películas muy diferentes que están mejor realizadas gracias a que el presupuesto medio va aumentando un poco. Y cuando un cine conquista al público nacional, acaba por difundirse en el extranjero. Sin embargo, no todas las cintas están destinadas a una carrera internacional instantánea. En Francia, se habla siempre, por ejemplo, del cine de Risi, Comencini y Monicelli, pero, al principio de sus carreras, nadie conocía sus películas; no estaban presentes en festivales ni se les consideraba muy artísticas y en el extranjero se descubrieron tarde: el cine no tiene por qué viajar deprisa.

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¿Cuáles son los medios para mejorar la notoriedad del cine italiano en el marco internacional?
Crear un star system es la única manera de hacer circular las cintas italianas, como Don Camillo con un actor italiano y un francés, El gatopardo con un cow-boy tejano o Rocco y sus hermanos con Alain Delon. Con la versión original las estrellas se vuelven nacionales y se destruye el sistema de coproducción. Hay que reconstruir un star system europeo compuesto de star systems nacionales. Romanzo criminale [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Michele Placido
ficha de la película
]
tuvo un efecto positivo en ese sentido, con actores italianos reconocidos en Francia (Kim Rossi Stuart, Stefano Accorsi), al igual que ocurre en Italia con actores franceses, algunos alemanes y muchos españoles. Por ejemplo, Sergio Castellitto y Pierfrancesco Favino figuran en el reparto de Las crónicas de Narnia 2, Giovanna Mezzogiorno en el de El amor en los tiempos del cólera, de Mike Newell...

Cómo se pueden aumentar las inversiones de las televisiones italianas en la producción cinematográfica nacional?
Queremos que las inversiones de las televisiones en el cine se atengan a criterios más automáticos, menos discrecionales, que se introduzcan elementos antitrust, límites a la cantidad de recursos que los grupos televisivos pueden canalizar a través de sus filiales. El Estado puede imponer estos cambios, pero también se puede hablar con las televisiones (les interesa tener buenas relaciones con el mundo del cine) y llegar a un dispositivo legal que no les sea muy hostil. Somos realistas y deseamos una revisión razonable. Hay que elevar los costes de adquisición de las televisiones, pero no con una cantidad enorme, y que cada uno compre solamente sus derechos. Además, ya tenemos un acuerdo con Sky que no nos satisface en términos económicos y que necesita algunos ajustes. Pero es un buen ejemplo de colaboración, ya que este acuerdo reposa en criterios automáticos; es transparente. Deseamos, sin embargo, introducir el concepto de compra por adelantado a través de parámetros precisos, en particular, en lo que se refiere a los presupuestos de las películas.

¿Cree que la futura ley sobre el cine podrá finalmente ver la luz?
El Gobierno italiano se encuentra en una situación muy difícil en todos los dominios, pues no hay margen de maniobra en el Parlamento, y la futura ley sobre el cine no es una excepción. Así pues, se anuncia una larga batalla en lo relativo a las deducciones en la red cinematográfica y a la creación de un Centro Nacional del Cine. Sin embargo, todo el mundo está de acuerdo en instaurar un sistema de incentivos fiscales en el cine que podría adoptarse con brevedad. Pero el Gobierno no debe esperar un apoyo sistemático del mundo del cine. Votar es una cosa y luchar por lo que se quiere obtener es otra. El Gobierno tiene que saber que puede sufrir fuertes crítica por parte del Séptimo Arte y de la cultura en general.

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