07/01/2008

Encuentro con el responsable de las adquisiciones de la sociedad francesa MK2, que posee los derechos de distribución en Francia y las ventas internacionales de Garage.

¿Cuándo descubrió Garaje?
Seguíamos el trabajo de Lenny Abrahamson, que había llamado nuestra atención con su primera película Adam & Paul. Además, sabíamos que su nuevo trabajo, Garaje, estaba listo. En marzo pasado, solicité verla a la productora Element Pictures, pensando quizás en proponerles encargarnos de la distribución francesa y las ventas internacionales. Nos enteramos entonces de que la película había sido seleccionada para la Quincena de los realizadores de Cannes, un importante escaparate de promoción, lo que nos ayudó a tomar una decisión muy rápida.

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¿Qué otros elementos justificaron su decisión?
Hay pocas películas irlandesas en circulación, pero se distinguen del cine británico y se dan a conocer aun más gracias a Garaje o Once. La política del Irish Film Board, destinada a proteger a los directores irlandeses, ha tenido un efecto muy positivo. Garaje es muy emocionante, humana y cuenta cosas que no se se suelen ver en el cine hoy día. Pensé que era una película que podía interesar al menos a un distribuidor de cada país con ganas de defender un tipo de cine más próximo a la gente, social pero sin complicaciones, sin olvidar la gran calidad de puesta en escena y de la interpretación. Y nuestro trabajo en MK2 consiste en defender este cine, mientras que la tendencia hoy es la de transformar al público en competitivos candidatos a matar en todas las esquinas a los que se cruzan en nuestro camino.

¿Cuál fue el impacto de la película en los compradores?
Todos los distribuidores vieron la película en Cannes. La unanimidad sobre su enorme calidad no impidió interrogarse sobre su público potencial. Efectuamos entonces un verdadero trabajo de persuasión. Actualmente, se ha vendido en una quincena de países y en todos los festivales por donde Garaje pasa, recoge un premio. Pero queremos más que una película de festival y MK2 va ahora a distribuirla en Francia. No hay nada definitivo, pero una cosa es segura: todos los espectadores que ya han visto la película salen de la sala muy conmovidos.