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Robert Guédiguian • Director

Una historia de venganza

por 

Ha sido en su decimoquinta experiencia tras la cámara, titulada Lady Jane [+lee también:
crítica
tráiler
ficha de la película
]
, que el director francés Robert Guédiguian se ha decidido a adentrarse en el cine negro. Sobre un fondo compuesto por los acordes de una guitarra rockera y unos atronadores disparos, tres atracadores que no se veían desde los años 70 se reencuentran para hacer frente a su pasado y a la desaparición de un niño (ver noticia). Cineuropa habló con Guédiguian en la Berlinale, donde su última película fue presentada en la competición oficial.

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Cineuropa: Hay en Lady Jane varios temas distintos: una madre, una espiral de violencia... ¿Cuál fue el punto de partida del guión?
Robert Guédiguian: El tema principal es la venganza. De madre alemana y padre armenio, provengo de un pueblo que ha sufrido un genocidio. Por eso, reflexioné sobre la cuestión. Los verdaderos héroes, en la vida y en las películas, son los que rompen el círculo de la venganza, que es, como lo describe un proverbio armenio, una locura, algo obsesivo. Hoy, la venganza es un reflejo arcaico que es objeto de una fuerte instrumentalización por parte de los Estados y ante la cual hay que oponerse de manera violenta. Esta película es una película negra porque cuenta una crisis individual en una sociedad en crisis.

Algunas escenas del film son de una violencia sorprendente, ¿por qué estas imágenes tan duras?
Hay que ser violentos para ser pedagógicos. Si se continua así, serán nuestros niños los que mueran. Cuando Muriel evita la imagen de su hijo inerte en lugar de acudir hacia él, la idea es poner al espectador en la misma posición: evita la escena porque representa la muerte. En la actualidad vemos tanta violencia que ya no nos impresiona. Quería crear un sentimiento de rechazo contra esta complacencia que existe hacia la violencia.

¿Qué es lo que ha cambiado, para usted, entre los años setenta y la actualidad?
El horizonte ha cambiado. En aquellos tiempos soñábamos con una sociedad sin clases, con la paz en el mundo. Pero ese sueño se desvaneció en el horizonte, y es penoso constatar que la gente de mi generación ha perdido el entusiasmo que tenían antes. A pesar de compartir un mismo pasado, los tres personajes tienen tres personalidades pero sobre todo tres morales diferentes. ¿Era importante establecer netas diferencias entre ellos?
Si, porque hay que distinguir a los individuos. Ella encuentra la venganza que buscaba, pero olvida qué querría encontrar. Creía que tenía el poder de olvidar. François, por su parte, sólo sueña con recuperar algo que perdió hace treinta años. René vive en la pasividad absoluta y siempre albergó dudas sobre Lady Jane. No tiene ninguna ilusión.

Sus actores, que han venido también a Berlín, subrayaron la espontaneidad de su técnica de dirección. Una vez el guión escrito, ¿cómo los trabaja?
Ariane hablaba de "saltar al elástico", porque es necesario que los actores para que alguien les coja. Esta confianza es también en el plano afectivo: hay que demostrarles que gustan. Por otra parte, mis actores son mis amigos. Así, tan pronto como el guión está listo, nos ponemos en marcha. Es cierto que se alcanza una postura a la hora de elegir el vestuario, pero en conjunto, encuentro que preparar las cosas demasiado es inútil, se corre el peligro de "fijar" las cosas y restringirse.

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