10/09/2008

Dennis Gansel es alto: mide un metro ochenta y cuatro. No sabemos qué harían sus padres, pero en todo caso está claro que le dieron bien de comer. Además, salta a la vista que el sol de California le ha sentado bien (esta entrevista tuvo lugar antes de que una ola de calor azotara Alemania). Gansel está de vuelta de un tour por Los Ángeles y de una ronda de reuniones con varios productores, agentes y responsables de producción de compañías como Warner Bros, Columbia y Universal, y ha estado disfrutando del éxito y el interés cosechados por su película más reciente, The Wave [+lee también:
tráiler
ficha de la película], un taquillero drama sobre las trágicas consecuencias de un experimento pedagógico que sale mal. “He asistido a 80 reuniones”, nos dice el realizador. “Ha sido una auténtica proeza, pero quiero trabajar en Los Ángeles y eso significa empezar de cero otra vez. Mi agente, David Gersh, lo ha organizado todo.”

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No desconoce los peligros que acechan a los talentos europeos a los que Hollywood atrae, para desposeerlos de su alma más tarde. “Es importante esperar a estar listo para hacer una película en los Estados Unidos. Tienen un sistema de estudios y uno tiene que conseguir hacer su propia película dentro de ese sistema. No sólo quieren un trabajo correcto, sino algo especial y personal. Me quedé asombrado al ver lo jóvenes que son todos”, prosigue Gansel. “La Vicepresidenta de Producción de la Warner Bros., Sarah Schechter, tiene unos treinta años. Se mostró totalmente abierta, parece muy inteligente y ha visto The Wave. ¡No me encontrado el esterotipo del Hollywood maligno por ninguna parte! Si algo hubo, fue mucha curiosidad y muy buena disposición.”

Como era de esperar, todavía está muy ocupado con The Wave. “En estos momentos estoy preparando el vídeo-diario para el DVD”, nos explica. Sin embargo, como todo buen cineasta, espera empezar pronto con algo nuevo. “Un director siempre vuelve a empezar de cero. No quiero hacer Napola 2 o The Wave 2. Espero reunir a unos cuantos colaboradores y ya veremos.”

¿Qué veremos, exactamente?

“Quiero hacer mis propios proyectos. Tengo dos guiones, uno es de vampiros y el otro es un thriller político sobre las conexiones entre el terrorismo y el estado. Me encantan los vampiros”, añade Gansel entusiasmado. “Es una historia de amor actual – ¡con vampiros! ¡Es el proyecto con el que sueño desde mis veinte años y puede que por fin haya llegado la hora de hacerlo! Tengo tantas ganas de ver películas de género alemanas... películas de terror, thrillers, historias de amor. De momento no hay demasiadas y espero que se hagan más.”

A sus 34 años, Gansel tiene un historial que sorprende por su habilidad para realizar filmes de calidad que no por ser profundos tienen menos éxito entre un público más amplio. “Es muy importante entretener", asegura. “No quiero que el público se duerma.” Llegados a este punto, está lanzado y empieza a citar sus influencias: películas, libros, escritores, directores, actores.

“¡Hay tantas películas que me encantan y que me han influido! Los tres días del Cóndor, El club de la lucha, El gran azul...” Gansel echa un vistazo a su extensa colección de DVDs. “Seven, Boogie Nights – qué gran personaje, está muy bien interpretado y dirigido. Ciudad de Dios, Trainspotting, Brazil, La semilla del diablo...”

Consigo por fin deslizar una pregunta. ¿De dónde surgió todo?

“De mi padre”, contesta Gansel. “Solíamos ver juntos películas tarde por la noche en la tele. Veíamos clásicos franceses: Jean-Pierre Melville, Godard... Crecí con ellos y de ellos me viene mi amor por el cine.”

Volviendo a algo que ha mencionado antes y que es una constante en su carrera como director hasta la fecha, Gansel subraya de nuevo "la importancia de entretener. El nuevo Hollywood de los 70 ha sido una gran inspiración para mí: El padrino, Apocalypse Now, Todos lo hombres del presidente – todas ellas hablaban de grandes temas pero también eran entretenidas.”

Las galletas se han acabado, es tiempo de marcharse. Gansel lleva vaqueros y una camiseta blanca. “¿James Dean?”, le pregunto. “No”, responde, “¡Shia LaBeouf en el nuevo Indiana Jones!”