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Kai Wessel • Director

La vida de un icono

por 

- Hilde Estreno en el Alemania el 12 de marzo

El director alemán nos habla del desarrollo de su película Hilde [+lee también:
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, estrenada en la Berlinale, que recorre la trayectoria de un verdadero icono, la actriz y cantante Hildegarde Knef.

Kai Wessel, de 47 años y natural de Hamburgo, comenzó su carrera en el cine trabajando de chófer, para luego ser fotógrafo de escena, más tarde asistente de Ottokar Runze y finalmente rodar su primera película, Martha Jellneck, que le valió un Premio del Cine Alemán en 1989. Poco a poco, se fue haciendo con una sólida reputación como director de televisión y fue acumulando premios con trabajos como la reciente Goebbels und Geduldig, una comedia sobre el nazismo interpretada por el añorado Ulrich Mühe. Al mismo tiempo ha rodado alguna que otra película para la gran pantalla, como el largometraje para niños The Trace of the Red Barrels o El primer beso.

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ha sido producida por Egoli & Tossell y relata la biografía de la gran actriz y cantante Hildegarde Knef, que encarna a la perfección la carismática Heike Makatsch. Esta película ha lanzado a Kai Wessel al estrellato, después de su presentación el mes pasado en la Berlinale, donde llenó la sala en su preestreno mundial dentro de la sección de "Proyecciones especiales".

Durante la rueda de prensa, el director aseguró sentirse "muy contento de presentar la película en Berlín, porque la vida de Hildegarde Knef está estrechamente relacionada con esta ciudad. Y es que mi película también cuenta la historia de Berlín: Hildegarde Knef nació en los tiempos de la República de Weimar, vivió el régimen nazi... estaría encantada con que el preestreno sea en el Friedrichstadtpalast".

Sin embargo, la idea de llevar la vida de Hildegarde Knef a la gran pantalla fue de la productora Judy Tossell, que tenía en mente a la actriz Heike Makatsch desde los comienzos. Wessel se unió al proyecto lleno de entusiasmo: "Me interesé más tarde, cuando otras personas como Judy llevaban ya algún tiempo trabajando en ello. Pero desde luego la elección de Heike para el papel ide Hilde fue una idea magnífica. Supe desde el principio que sería la actriz ideal". En cuanto a la escena que introduce la película, el director ha explicado ese momento de ansiedad que paraliza a Hildegarde Knef y le hace recordar toda su vida así: "Por supuesto, ser ingeniosa, sensible e inteligente tiene como resultado no encajar en la norma establecida, lo que hace surgir ese miedo a no gustar a la gente. Aunque a lo largo de su vida se hubiera subido a un escenario centenares de veces, Hildegarde Knef tenia siempre miedo de hacerlo, miedo al fracaso".

Para retratar la impresionante carrera de un icono como Hildegarde Knef desde sus 16 años hasta que rondaba los cuarenta años se han tenido que hacer numerosas investigaciones y tomar importantes decisiones sobre qué incluir en la película y qué no. Sobre ello, el director comentó: "nos planteamos el guión numerosas veces durante un año y medio y las posibilidades eran muchas. Contar la vida de una artista en una hora y pico no es fácil, sobre todo si se trata de una mujer con la personalidad de Hildegarde Knef. Ha habido muchos momentos distintos en su vida, muchos lugares diferentes que debíamos incluir, por lo que teníamos que cambiar el guión de manera constante y discutirlo entre Maria [la guionista], Heike Makatsch y yo. Desmembrar la vida de este tipo de personajes es algo muy especial y una gran responsabilidad, también podemos decir que hemos tenido que completar ciertas lagunas. Éste ha sido un trabajo y un proceso de equipo. ¡En total hemos hecho 17 versiones del guión!"

Hay quienes piensan que a la película le falta una cierta crítica a su heroína, en especial por su eventual oportunismo, pero el director ve las cosas de otro modo: "Entre los muchos talentos de Hildegarde Knef, hay uno que me fascina de manera especial: nunca se doblegó a la voluntad de los demás y siempre defendía su independencia. Tuvo problemas con el público y con la sociedad, pero nunca cedió. Siguió su propio camino, mantuvo siempre su punto de vista. Pero nunca creyó tener una misión o ser una profeta. Reflejaba todo eso en sus canciones, las dificultades con las que se encontraba, los desafíos... creo que eran muy personales". Así, más que la simple biografía de un icono, la película de Kai Wessel es a todas luces la expresión de una fascinación.

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