23/04/2009

A pesar de que los espectadores polacos parecen ignorar la crisis económica y no abandonan las salas de cine (leer noticia), se teme que las dificultades económicas afecten a la financiación de la producción cinematográfica nacional, así como al sector de la distribución.

Hasta el año pasado, las ayudas a la producción del Polish Film Institute (PISF) aumentaban progresivamente, pero en 2009 esta tendencia podría invertirse. Sin embargo, hay que destacar que si bien las ayudas del PISF a las óperas primas se han ido incrementando (2,3 millones de euros en 2006, 2,7 millones en 2007 y 3,33 millones en 2008), éste no ha sido el caso de las ayudas a la producción de películas (sin contar las citadas óperas primas) que descendieron hasta los 7,8 millones de euros en 2008 después del aumento que experimentaron en 2007, año en el que se concedieron 9,8 millones de euros frente a los 7,2 millones de 2006.

Las principales fuentes de financiación del PISF para la producción son las televisiones, sobre todo la televisión pública, que se encuentra a su vez con serios problemas de financiación. Así las cosas, la televisión pública sólo invertirá un millón de euros en 2009 para la producción cinematográfica en vez de los 5 que venía aportando en los últimos años.

Entre todos los programas de financiación del PISF, el apoyo a la producción (para las películas de ficción, los documentales, la animación y las óperas primas) representa desde hace algunos años más de la mitad del total de los fondos disponibles (un 66% en 2006 y 2007, y un 71% en 2008).

La promoción y la distribución de las películas parecen ser las grandes perdedoras de estos últimos años si tenemos en cuenta que han pasado de recibir un millón de euros en 2006 a 600.000 euros en 2008. En cambio, la promoción de las películas polacas en el extranjero corre mejor suerte, de recibir 600.000 euros en 2006, su presupuesto pasó a 1,1 millones de euros al año durante el período de 2007 a 2009. Los únicos profesionales del cine que no tienen razones para quejarse son los inversores en infraestructuras de salas de cine, puesto que los fondos que se les destinan siguen aumentando y han pasado de recibir 500.000 euros en 2006 a 900.000 euros este año.

(Traducción del francés)