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A Concurso - Julie walking home

por 

- La directora polaca compite en Venecia con Julie walking home, una película que marca su regreso a Europa tras el largo paréntesis estadounidense

Agnieszka Holland de vuelta en casa. Tras algunas decepcionantes producciones estadounidenses, la discípula de Andrej Wajda y Kryszstof Zannussi ha regresado a Europa para realizar su nueva película Julie walking home, coproducción alemana, polaca y canadiense. Vuelve también a los temas de sus primeras películas, como el conflicto entre la fe y la razón o el difícil camino hacia la resignación. “Con mis películas intento hablar de mí misma –confía Holland-, de cómo veo las cosas y cómo reacciono ante ellas. Es una forma de analizarme con mayor profundidad”. Inspirada en la historia real de un curandero húngaro cuya fama recorrió toda Europa, Holland se enfrenta a un relato extremadamente libre en el que desarrolla el viaje atormentado de una mujer en lucha contra las heridas y sufrimientos que la vida le ha infligido. “No estamos en el siglo de las luces, ya no podemos permitirnos un actitud racional ante la realidad. Ahora es demasiado complicada y compleja”. Igual de compleja es la película, que mezcla el amor con el dolor, la desilusión con la pasión, la vida con la muerte, a través de la historia de los protagonistas que, cada uno a su manera, intentan controlar los acontecimientos con todas sus energías. “En realidad hay muchos temas, y me ha sido difícil encontrar un estilo narrativo que los amalgamara. No he querido confundir, pero hay temas que no siempre se pueden explicar. A veces, ni siquiera es necesario hacerlo”.
Julie, interpretada por una intensa Miranda Otto, es el prototipo de la mujer moderna, en lucha contra Dios pero siempre cercana a los milagros, empeñada en combatir los acontecimientos en el nombre de una felicidad que no existe. Con un matrimonio en crisis y un hijo pequeño enfermo de cáncer, Julie desea vencer, y termina por creer en lo no creíble: de Canadá se traslada a Polonia siguiendo las huellas de un curandero, del que terminará enamorada. “No se trata de una historia sobre milagros o medicina alternativa –concluye la directora-, es por encima de todo un relato del cambio interior, de paso de la rabia a la paz, de un recorrido emocional que, después de pasar por varias etapas, termina en la resignación”.

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(Traducción del italiano)

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