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PELÍCULAS Francia

En el reino de Lear

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- Se proyecta el filme de Godard por primera vez tras 15 años. Cannon bloqueó su distribución en 1987

El fantasma ha recuperado su cuerpo. Las imágenes de King Lear (El rey Lear) de Jean-Luc Godard finalmente conocen la oscuridad del cine. Proyectada recientemente en Roma, la película más controvertida del genial padre de la Nouvelle Vague ha abandonado los sótanos de su productora para empezar a encontrar, quince años después de ser realizada, el agrado del público.
La historia que ha acompañado a El rey Lear de Godard es casi una leyenda. Empezando por el acuerdo con Menahem Golan y Yoram Globus de Cannon, firmado por el director francés en la esquina de un mantel de bar. La producción confiaba tanto en Godard que sólo le pedía que la película estuviese lista para el siguiente festival de Cannes. El escritor estadounidense Norman Mailer firmó el guión. Supuestamente iba también a interpretar a Lear, pero de pronto dejó el proyecto. En su lugar llegó el excéntrico actor teatral Peter Sellers, que interpretó al joven William Shakespeare. Después de él llegaron Leos Carax (director de películas malditas como Mauvais sangue y Los amantes del Pont Neuf), Julie Delpy (actriz, Tres colores: Blanco de Kieslowski), Burgess Meredith (actor, Diario de una camarera de Renoir, Tormenta sobre Washington de Preminger) y Woody Allen.
El propio Godard se adjudicó un papel en la película, el del extraño profesor Pluggy que, con una peluca tejida con cables multicolores, intenta explicar la supremacía de la imagen (el cine) sobre la palabra (la obra de Shakespeare).
Durante la primera proyección, sólo para periodistas, en el festival de Cannes de 1987, la libertad con la que Godard rescribía el cine (en las imágenes finales Allen, en el papel del montador Alien, cose pedazos de película con aguja, hilo y alfileres. Esto, junto con la colorida peluca del personaje interpretado por Godard, simbolizan la estructura narrativa de la película) enfureció a sus productores y la película no fue distribuida nunca. Cannon amenazó con llevar a juicio a Godard. La bancarrota de Cannon, unos meses después, relegó al olvido la película y una sutileza jurídica impidió que fuera exhibida en cine, televisión o vídeo.
Ahora, aunque por lo pronto no tiene una distribución en toda la regla, se podrá empezar a ver la película. Para poder tocar el cine con un dedo.

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