email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

PELÍCULAS / CRÍTICAS

Habemus papam

por 

- Un Papa abrumado por las responsabilidades de su cargo y un psicoanalista al quite protagonizan la nueva película del maestro italiano Nanni Moretti, que comparte protagonismo con Michel Piccoli.

Los cardenales reunidos para elegir al nuevo Papa chocan entre sí y suspiran nerviosos cuando se va accidentalmente la luz en la capilla Sixtina. Un ambiente poco solemne, más bien todo lo contrario. Mientras fuera, en la plaza de San Pedro, fieles y periodistas de todo el mundo esperan la ansiada fumata blanca, entre los cardenales reina un sentimiento de terror. “Señor, te ruego, que no sea yo”, es la última invocación que se propaga por la habitación, entre caras preocupadas y ojeadas al voto del vecino.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

Nadie quiere ser el nuevo Pontífice. Demasiada responsabilidad, ninguna competición entre los prelados. Con esta escena, grotesca y sugerente a un tiempo, en la cual los cardenales “rebeldes” recitan sus plegarias y sus “que no sea yo” en todas las lenguas del mundo, comienza la nueva y esperadísima película de Nanni Moretti, Habemus papam [+lee también:
tráiler
entrevista: Nanni Moretti
ficha de la película
]
: el drama de un hombre de la Iglesia que, una vez elegido Papa, se deja dominar por el pánico, incapaz de soportar sobre sus hombros la carga de millones de creyentes.

La película, que acaba de ser anunciada como parte de la competición oficial del próximo Festival de Cannes, describe el sentimiento de desasosiego y desconcierto ante el poder. Sus protagonistas son Michel Piccoli en el papel del cansado y afligido Papa y el propio Moretti, más "morettiano" que nunca, que interpreta al psicoanalista que se ocupa del Pontífice (“el mejor de todos: una condena”, es una de las frases más repetidas de la cinta). “Es difícil decir con quien me he identificado”, ha afirmado el realizador, que ganó la Palma de Oro de Cannes en 2001 con La habitación del hijo, “posiblemente tanto con el psicoanalista como con el Papa deprimido. Un Papa que no por casualidad he querido que deambulase de paisano por Roma, en autobús, en el teatro”.

Ambos actores están acompañados por un nutrido grupo de pintorescos cardenales llegados de todo el mundo. Un melting pot que será útil a la hora de organizar un torneo de voleibol en un patio del Vaticano, con Moretti de árbitro, en una escena que se convertirá en un mito. La cinta muestra el lado más humano de los cardenales: uno fuma, otro juega a las cartas, mientras hay quien suspira por un pastel de crema, en una sucesión de diálogos afilados que los aficionados al cine del director italiano sabrán apreciar. Una mezcla de comedia y drama, de escenas multitudinarias y de intimidad, en un escenario suntuoso ya que ha sido rodada entre el Palacio Farnese, sede de la Embajada de Francia en Roma, y la Academia francesa de Villa Medici; la capilla Sixtina y la Sala Regia han sido reconstruidas en Cinecittà. El presupuesto total de la película ha sido de ocho millones de euros.

Esta producción de Sacher Film y Fandango en colaboración con Rai Cinema y en asociación con Le Pacte se estrenó el 15 de abril en 460 cines italianos de la mano de 01 con la colaboración de Sacher Distribuzione.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

(Traducción del italiano)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Privacy Policy