10/05/2011

Cineuropa hizo tres preguntas al delegado general de la Quincena de los realizadores, que comienza el jueves en el marco del 64° Festival de Cannes.

Europa protagoniza su selección de 2011 (leer más). ¿Es una muestra de la fuerza del Viejo Continente o de la fragilidad del resto del mundo?
Frédéric Boyer: un poco de las dos. La gran fuerza que tiene Europa en producción, creación, estilos e innovaciones cinematográficas se refleja también este año en otras selecciones de Cannes, donde tampoco faltan producciones asiáticas, por ejemplo. Hay muchas películas francesas gracias a una oferta muy importante en cuanto a su calidad y su calidad. Con relación al número de películas producidas, el cine belga es excepcional. Cabe destacar también la creatividad italiana: tres o cuatro películas tenían el potencial suficiente para haber sido seleccionadas en la Quincena. Alemania propuso algunas películas interesantes, pero no elegimos ninguna. En cambio, España y Portugal presentaron títulos de menor calidad. En Europa del Este, por último, la creación sufrió mucho con la crisis.

¿Su línea editorial privilegia los descubrimientos en vez de las obras con una mayor cobertura mediática?
Exactamente. No cedí a presión alguna. Si quiero presentar una película totalmente desenfrenada o extraña, es una decisión absolutamente personal. Trato de proponer una variedad creativa lo más amplia posible a nivel mundial, incluso si es difícil encontrar películas africanas. Sin embargo, aunque es muy importante explorar y descubrir, las películas también tienen que ser accesibles para el público. Tenemos que asegurarnos que la programación no incluya 25 películas urbanas. Es un placer para los espectadores ver obras sobre la naturaleza, como es el caso este año de varios de los títulos seleccionados.

¿Qué títulos europeos le resultaron apasionantes en la selección de este año?
Todas las películas me gustan, evidentemente, pero yo destacaría Volcano [+lee también:
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ficha de la película], del islandés Runar Runarsson (leer más), y Play [+lee también:
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entrevista: Ruben Östlund
entrevista: Ruben Ostlund
ficha de la película] (leer más), el segundo largometraje del joven Ruben Ostlund, que forma parte de lo que se podría llamar la nueva ola sueca. En cuanto a la producción francesa, llamaron mucho mi atención Jeanne Captive [+lee también:
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ficha de la película], de Philippe Ramos (leer más); Après le Sud [+lee también:
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entrevista: Adèle Haenel
ficha de la película], de Jean-Jacques Jauffret (leer más), y La fin du silence [+lee también:
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ficha de la película], de Roland Edzard (leer más).

(Traducción del francés)