08/07/2011

El veterano realizador eslovaco Martin Šulik (The City of Sun) ha firmado una película muy entretenida (aunque no exactamente original) titulada Gypsy [+lee también:
crítica
ficha de la película], que acaba de ser proyectada como parte de la Sección Oficial a concurso del Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary. Aunque los aficionados encontrarán numerosos guiños cinematográficos, que los críticos no dudarán en tildar de “calcos”, la película, cuyo reparto está integrado principalmente por actores no profesionales, tiene muy buenas perspectivas comerciales en Europa del Este.

Adam (Ján Mižigár) es un niño de catorce años que vive en un poblado gitano con su madre, su padre y sus tres hermanos. Cuando su padre aparece muerto en condiciones misteriosas (según la policía, es un accidente, pero Adam sospecha que se trata de un asesinato), su madre se casa con el hermano de su padre (Miroslav Gulyas, otro no profesional que parece un veterano), lo cual nos lleva inevitablemente al terreno de Hamlet. Sin embargo, la tormentosa relación entre Adam y Jula (la hermosa Martina Kotlárová) parece más bien sacada de Romeo y Julieta, no porque las familias estén enfrentadas, sino porque la familia de ella es aún más pobre que la de Adam.

Adam es diferente del resto de chicos del poblado. No le interesa robar ni esnifar pegamento, pero le atrae el boxeo gracias al sacerdote de la zona (el actor profesional Attila Mokos), que no deja de ser un personaje un tanto estereotipado (tiene una foto de Mohammad Ali debajo de un retrato de Cristo). Adam llega incluso a ayudar a un equipo de televisión que llega al poblado para hacer un reportaje, algo fuera de lo común entre los jóvenes gitanos. La actitud general de los gitanos hacia los “blancos” es descrita por su tío, que intenta llevar constantemente a su sobrino hacia la criminalidad, de esta manera: “Los blancos nunca te darán nada”.

Šulik convivió durante varias semanas con la comunidad gitana eslovaca, documentándose y buscando a su reparto, y el esfuerzo ha sido muy valioso, ya que ha dotado a la cinta de un toque naturalista y el poblado tiene un aspecto impresionante. Aunque la copia proyectada en Karlovy Vary parecía algo descolorida, resulta evidente que la idea era representar todas las tonalidades de la vida gitana. El resultado es convincente y emocionante, aunque es una pena que el director pusiese dos avestruces, acercándolo en exceso al cine de Kusturica.

El reparto no profesional es excelente, con una banda sonora lo suficientemente sutil para no acentuar los excesos del mundo gitano. Tampoco desmerecen la fotografía y el montaje. Gypsy es una coproducción de In Film Praha, Titanic y RTVS, con FE Agency como agente de ventas internacionales.

(Traducción del inglés)