02/03/2012 - El director de la película de culto Lacapagira vuelve a los cines con el thriller Henry, que por fin ha encontrado distribuidora: Iris Film

Alessandro Piva es un talentoso director de cine, radio y teatro. Su vena antropológica y su mirada irónica están al servicio de la mano firme del artesano. Con su debut en 2000, Lacapagira, causó sensación en la Berlinale y ganó el David de Donatello y el Nastro d'Argento al mejor director novel, antes de convertirse en una cinta de culto.

Tras Mio cognate (2004) y el documental Pasta Nera, muy aplaudido en el Festival de Venecia en 2011, vuelve este fin de semana a la cartelera italiana con un nuevo largometraje de ficción, Henry [+lee también:
tráiler
ficha de la película], producido por él mismo. Esta historia de droga y sangre ambientada en Roma está protagonizada por Carolina Crescentini, Michele Riondino, Claudio Gioè, Pietro De Silva y Paolo Sassanelli (leer más). La cinta, basada en la novela de Giovanni Mastrangelo (autor del Pequeño Buda, que fue adaptada al cine por Bernardo Bertolucci para el cine) ha ganado el premio del público de la 28ª edición del Festival de Turín, pero ha encontrado muchas dificultades para dar con un acuerdo de distribución. Gracias a Christian Lelli, de Iris Film, jovencísima distribuidora con especial atención al cine de género, Henry llega con un muy medido estreno de diez copias a las principales ciudades italianas. “Obras como Henry no son inferiores a las que salen con 500 copias”, dice Lelli, que recientemente ha distribuido otro thriller de producción italiana, Sulla strada di casa, de Emiliano Corapi. “Es un error mental de los grandes distribuidores, que apuntan a películas con garantías. Nosotros pensamos lo contrario, a pesar de que con frecuencia no sea posible cubrir los costes de inversión. La pasión es más fuerte que el dinero”, remacha.

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Sobre la película, el director comenta: “Me gustaba la idea de narrar la periferia del ser humano en el centro de la capital italiana. Quería romper con la imagen de postal que conocemos y mostrar sus sombras. Mastrangelo me hizo leer su libro y me dijo que reconocía la influencia de mis películas en su manera de escribir. Me ha parecido una buena ocasión para contar una Roma que nos hace sentir solos a pesar de vivir rodeados de gente”.

(Traducción del italiano)