email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

EDITORIAL

¿El final del modelo francés?

por 

- El presidente del FICAM (Federación de las Industrias de Cine, Audiovisual y Multimedia) da la voz de alarma.

Nuestras industrias atraviesan una mala racha desde hace un mes. Como todas las pymes europeas, las empresas del sector técnico atraviesan una fuerte crisis económica que se suma a los costes de los cambios tecnológicos.

Estas industrias, muy implicadas en el ecosistema de la producción nacional, no pueden sacar ninguna ventaja directa del modelo francés porque la Comisión Europea las excluyó del ámbito cultural en 2005: la ayuda directa a las industrias técnicas no representa más que un 0.8% de los fondos de ayudas del CNC. Sin poner en entredicho los 100.000 euros que reciben, se habrían necesitado más de 20 años para renovar todas las salas de cine con un material de proyección digital con esta cantidad. En lugar de eso, este considerable cambio se ha terminado efectuando en 18 meses.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)
Hot docs EFP inside

La consecuencia ha sido una obsolescencia de los equipos de rodaje y posproducciones que ha obligado a las industrias técnicas a la renovación masiva de los medios técnicos. La inversión, multiplicada por dos o por tres, no encontró la financiación necesaria en las entidades de crédito, cuya cobardía afecta a todas las pymes.

En este frágil contexto, las mejores empresas dedicadas al aspecto técnico del cine y del mundo audiovisual son las últimas en recibir las ayudas y subvenciones del CNC. Por este motivo, son ellas mismas las que tienen que encontrar soluciones alternativas para que la industria cinematográfica francesa pueda continuar.

Evidentemente, las autoridades francesas intentan que Bruselas reintegre las industrias técnicas en el perímetro de excepción cultural, pero la Comisión Europea no llega a comprender esta voluntad política. El organismo europeo se muestra incansable con su objetivo de liberalización de mercados, que es la base de una ideología tecnocrática ultraliberal; los constantes recortes desde hace años a las ayudas de los estados europeos demuestran esta voluntad. A pesar del gran riesgo que esto supone, parece que ignoran que una amplia mitad de la producción nacional corre el riesgo de desaparecer.

Desestructurar el modelo francés y, en particular, sus industrias técnicas conlleva un riesgo mayor para los productores por una indisociabilidad que obedece a muchas razones evidentes:
En primer lugar, geográficas, factor esencial para los rodajes y para algunas fases de posproducción.
Después, cultural: el género, el estilo, el talento de los técnicos, que marcan diferencias significativas entre países, lo que, una vez más, representa un punto a favor, no en contra.
Por último, los creadores, por una subvención o renovación de las generaciones de directores. No se olviden de que las industrias técnicas francesas fomentan cada año la producción de más de 400 cortometrajes y casi 80 primeros largometrajes.

Este 2012 estará marcado de nuevo por la revisión tanto de la naturaleza como de la modalidad de los sistemas de ayuda públicos nacional y regional. Este replanteamiento conducirá sin ninguna duda al final del modelo francés. A nadie le interesa: ni a la Unión Europea, ni a la industria cinematográfica ni mucho menos a nuestro propio sistema.

Nuestra federación se mobilizará todo lo posible por esta cuestión vital: es un tema de vida o muerte.


Thierry de Segonzac es presidente de la FICAM (Federación de las Industrias de Cine, Audiovisual y Multimedia)

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

(Traducción del francés)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Privacy Policy