02/10/2012 - La representante de Macedonia en los Oscar está basada en una historia real de la 2ª Guerra Mundial en la que se entremezclan el amor, el fútbol, la religión, la identidad nacional y el Holocausto

La representante de Macedonia en los Oscar, The Third Half, está basada en una historia real de la 2ª Guerra Mundial en la que se entremezclan el amor, el fútbol, la religión, la identidad nacional y el Holocausto. Co-escrita y dirigida por Darko Mitrevski (Bal-Can-Can, 2006), se trata de la película macedonia más ambiciosa desde Antes de la lluvia, de Milcho Manchevski, ganadora del León de Oro de Venecia en 1994.

Ambientada en Skopje a inicios de la 2ª Guerra Mundial, la historia parte de un equipo de fútbol macedonio, que jugaba en el campeonato del Reino de Yugoslavia y, tras la invasión por parte de las tropas del Eje, terminó en la liga búlgara. Antes de que dé inicio el conflicto, el presidente del equipo invita al famoso futbolista alemán Spitz (Richard Sammel), de religión judía, a que entrene un grupo de aficionados y los lleve a lo más alto del campeonato.

En el principio de la película, Mitrevski presenta a los espectadores la Skopje de la época, una comunidad multicultural incrustada entre el imperialismo serbio y el naciente fascismo del Eje y sus aliados búlgaros. El personaje principal es el joven Kosta (Saško Kocev), uno de los futbolistas macedonios, que se enamora de Rebecca (la famosa modelo Katarina Ivanovska en su primer gran papel), hija del rico judío sefardita Don Raphael (Rade Šerbedžija). Separados por la religión y la extracción social, Kosta y Rebecca comienzan con un inocente flirteo que se transforma en una apasionada historia de amor que lleva a que Don Raphael desherede a su hija.

The Third Half es rica en detalles de la época y de la sociedad y proporciona un impresionante retrato del ambiente. Mitrevski consigue mostrar con coherencia todos estos detalles de la época y de la situación geopolítica. El reparto en su totalidad, incluyendo personajes secundarios como los compañeros de equipo de Kosta, hace un buen trabajo, pero es Sammel el que brilla por encima del resto y se convierte en el motor emocional de la historia.

Esta producción de la macedonia Kino Oko, con sede en Skopje, ha contado con un presupuesto de 2,1 millones de euros, muy alto para el estándar del país. Ha recibido ayudas de los fondos cinematográficos de Macedonia y de la República Checa y la post-producción ha sido llevada a cabo por las compañías checas I/O Post y Barrandov Sound.

(Traducción del inglés)