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PELÍCULAS / CRÍTICAS

The Nun

por 

- Guillaume Nicloux adapta con talento la obra de Diderot sobre la batalla de una joven encerrada contra su voluntad en un convento en el siglo XVIII.

El público de la 63ª Berlinale se ha sumergido en la pasión y la tragedia de the Nun [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Guillaume Nicloux
ficha de la película
]
, película presentada en competición y dirigida por el francés Guillaume Nicloux que es una adaptación de La religiosa, escrita por Denis Diderot y llevada a la gran pantalla por Jacques Rivette en 1967. La cinta mezcla con éxito lo novelesco, las resonancias modernas y el relato cruel filosófico-religioso acerca de la libertad, disimulando con habilidad varios niveles de interpretación. Esta nueva versión de la obra del enciclopedista se apoya tanto en el buen hacer de Pauline Etienne, muy bien rodeada por Françoise Lebrun, Louise Bourgoin, Isabelle Huppert y Martina Gedeck, como en una estupenda puesta en escena que devuelve a la primera plana a un director que se alejó un poco de los focos tras su prometedor debut.

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En 1765, en el castillo del barón de Lasson y de su hijo, comienza la lectura de las memorias de Suzanne Simonin. Aparece una voz en off y un flashback nos hace regresar dos años en la familia de Suzanne (Pauline Etienne), una joven hermosa y feliz que toca el clavecín. En la exaltación del final de su adolescencia, su fe ("Amo a Cristo y solo a Cristo") hace dudar a su madre y la propulsará al convento. Suzanne se ha metido sola en la boca del lobo y se dará cuenta tan rápido de su error ("No siento ningún aprecio por el estado religioso") como de que su familia quiere que entre en una orden. Comienza, así, una larga lucha llena de altibajos para Suzanne, que navega hacia la tristeza y la desilusión y debe pelear por recuperar la libertad: todo un camino con la cruz de la rebeldía a cuestas que se hace aún más duro cuando la joven descubre que no es la hija de su padre y que su reclusión constituye una especie de expiación del pecado de su madre. Debido a que Suzanne padece presiones en forma de consejos sobre tener paciencia y de llamamientos a la solidaridad ("son tiempos difíciles", "tu familia se arruina por tus dos hermanas") y debe superar todo tipo de pruebas físicas y psicológicas (ostracismo, registros, celdas de castigo, chantaje, humillaciones, amenazas, acusaciones de estar poseída por el diablo, órdenes de caminar sobre trozos de vidrio…), trata en secreto de que el Papa anule sus votos. Sin embargo, primero deberá sobrevivir ("Tengo la impresión de que detestan mi vida") a su estatus de rebelde en el seno de una institución donde el perjurio es un crimen ("Caminad sobre ella, no es más que un cadáver") y hasta la regla más estricta esconde múltiples interpretaciones.

Alrededor de la pregunta "¿Está usted aquí por voluntad propia?", Guillaume Nicloux teje un relato cautivador que despliega en plenitud su envergadura a mitad de metraje con la intensidad de un combate desesperado en el que la protagonista se agarra a la verdad interior para seguir confiando en poder escapar del pozo al que ha sido arrojada. La película es el reflejo de una fe pura oprimida por una institución religiosa y un yugo social y da que pensar al espectador contemporáneo, que no anda falto de crispaciones de confesionario. The Nun hace gala de toda una serie de símbolos discretos y deja pistas para analizarla más allá de una superficie que otorga, y con razón, el papel preponderante a la eficacia narrativa y emocional, centrándose en la vida diaria de su heroína. Gracias a los espléndidos claros (con luz artificial), la sutilidad del trabajo de sonido, una cámara que escruta la profundidad de los rostros (desprovistos de maquillaje) y un montaje audaz, la cinta reconstruye con éxito la vida en los conventos (las cancelas en las salas de visita, la disciplina del refectorio, los coros) y, a pesar de una última parte un tanto acelerada, constituye una talentosa muestra de la intemporalidad de un tema tan cinematográfico como lo es la lucha contra la injusticia./p>

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(Traducción del francés)

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